Capitulo 33 Tras las celda

66 2 1
                                    

-es un maldito desgraciado!- exclamaba mientras dos policías me sujetaban, aun sentía la adrenalina correr por mis venas, las manos estaban empapadas de sangre, mi ropa tambien, pero no me importaba, ver a mi padrastro apuñalado 6 veces por mi era hermoso.

-Jessie ¿porque hiciste eso?- pregunto el agente de policía que conocía gracias a mi madre, Rafa.

-Autodefensa- respondí sonriendo.

-¿Si sabes que tendrás que venir conmigo verdad?- pregunto, cruzandose de brazos.

-si...- respondi con tranqulidad.

A los segundos la luz volvio, al ver la cocina llena de sangre, y personas extrañas revisando el lugar, la adrenalina que tenia se fue totalmente, deje de resistirme y los policías me soltaron, me esposaron, vamos saliendo de mi casa cuando todo el vecindario estaba ahí afuera, observando los hechos, criticando, eso me molesto tanto que me detuve a medio camino.

-Camina- dijo uno de los policias.

-No quiero- respondí poniéndome firme.

-Vamos Jessie Camina- exclamo Rafa pasando a lado mio.

-Espera!- grite observando la ventana del segundo piso -¿Donde estan?- pregunte sin apartar la mirada y poniéndome nerviosa.

-¿quienes?- pregunto -¿los dos chicos de la cocina? Ellos están en aquella Ambuelan..- Interrumpí a Rafa dándome la vuelta para entrar a la casa nuevamente, corrí con fuerzas aun con las manos esposadas, subí las escaleras, parecía que nadie sabia de ellos, mi corazón latía con fuerza, al llegar la puerta estaba cerrada, esposada no podría abrirla, comencé a Maldecir y a patear la puerta con ganas, Rafa entro por las escaleras, se detuvo y me miro desesperada queriendo abrir la puerta, el se acerca y mueve la perilla, en cuanto la puerta se abre unos centímetros, corrí hacia dentro, aun estaban acostados, como los deje, mire rápidamente a Rafa, el sin dudarlo llamo a ciertas personas, segundos después 5 personas de Verde menta subieron con botiquines, comenzaron a tomar su pulso, su respiracion, empezaron a inyectarles algo, Rafa me tomo de los hombros y me jalaba hacia atrás para salir de la habitacion, me resistia, no dejaría ahí a mis amigos, me solté y me hinque a lado de Max, al ver que no reaccionaba, pedía a gritos que me quitaran las esposas, nadie me hacia caso, yo seguía gritando desesperadamente, es mi culpa, solo mi culpa, eso pasaba por li cabeza todo el tiempo.
Una mano cálida rozo mi mejilla, abrí los ojos, Max había despertado, cuando quise lanzarme sobre el, el me detuvo con sus manos, voltee a ver su rostro, estaba palido, estaba asustado, ¿porque?.
-Max yo...- fui interrumpida por su mano, me dio un empujón hacia atras, caí de espaldas, no entendía que le ocurria, una de las personas me pidió que me fuera, me negé.
-Max- dije firme.

-No me vuelvas a hablar...- dijo antes de desmayarse, no reaccione, simplemente me quede quieta, Rafa me tomo del brazo y me ayudo a ponerme de pie, antes de salir, mire de reojo a los chicos, Adolfo ni siquiera me volteo a ver, Max estaba despertando, baje la mirada y seguí caminando, al bajar las escaleras Alguien me abrazo, no dije nada, aun no entendía las palabras de Max, Esa persona me tomo de los hombro -Jess ¿estas bien?- dijo Josh con lagrimas en sus ojos.
Al ver que no respondia, solo me abrazo y me susurro -No estas sola- se aparto de mi y cuando iba a decir algo mas Rafa me jalo hacia delante, salimos de la casa, me hizo montarme en un coche de policía en la parte trasera.
Durante el camino de mi casa a la estación de policias, no deje de observar las estrellas, esas pequeñas estrellas viven todo el tiempo en un inmenso mar oscuro, sentía remordimiento, sentía nervios, lo mate, lo mate ¿no?, sonreí débilmente, si tan solo no lo hubiera matado, si tan solo hubiera mejorado calificaciones, si tan solo, si tan solo, pensar en ello no me ayudaria, prefería aceptar mis acciones y tranquilizarme.

Mas tarde en la estacion, me encontraba ahi, discutiendo, como siempre, con Rafa.

-No es Justo!- gritaba sentada.

-Pasaras varios días aqui, entiendelo, tienes un problema- al decir eso se escuchaba firme y seguro de si mismo.

-¿Un problema? Hubieses querido que me violara!- exclame -Me defendi!- una lagrima se escapo, corrió por toda mi mejilla, intente sonreír y no pude, me puse de pie, me acerque a Rafa para quedar de frente, lo mire sin expresión alguna -Si hubieras estado Ahí en mi lugar también lo habrías hecho- susurre.
Rafa cambio su expresión tranquila a una Preocupada, me tomo del brazo y me hizo recorrer los fríos pasillos llenos de Celdas, donde ponían dentro a la gente que no se sabia que harían con ellos.
Entre a una celda vacia, el cerro la puerta de barrotes fríos y metalicos, algo oxidados, el lugar era triste, Me di la vuelta para mirar a los de Rafa, mis ojos se habían vueltos fríos y profundos, sin expresión o sentimiento alguno, Rafa tenia una expresión nerviosa, metió las manos por los barrotes, me quito las esposas
-Espero y tengas buena noche- dijo antes de retirarse.

Doy lastima, me encuentro justo detrás de una celda, que triste, por un simple error, o mejor dicho por el simple hecho de defenderme.

Aun seguía sin entender las palabras de Max, eso me tenia en otro mundo, estaba en una esquina, sentada en el suelo, jugando con mis dedos, ¿porque habría dicho eso?, no lo culparía me vio llena de Sangre, y aun sigo llena de eso, suspire, decidí ya no pensar en ellos y esperar a ver mi castigo por mis acciones.

Mi Primer Amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora