☆7: "El Castigo"

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☆ J A C O B ☆

He pasado dos días sin saber nada de Denna. No sé qué ocurrió, pero pareciera que me estuviera evitando de alguna forma, y no sé que habré hecho mal. Observo el teléfono en espera de que haya leído mi texto de todos modos, pero ¡Nada! Ni siquiera le ha llegado.

Es sumamente preocupante para mí, nunca pasaba por alto escribirme o responder mis mensajes. Quizá se decepcionó de mí y el día de antier no la pasó tan genial cómo yo creí. Parpadeo ante ésa posibilidad.

No quiero pensar de ése modo, sólo quiero recordar lo bonita que fue esa noche, su mirada ¡Ésos ojos tan hermosos que tiene! De un color azul. Tiene esa expresión de autoprotección, ya que pareciera que constantemente lucha con sus pensamientos o su corazón, reprimiendolos.

Soy muy observador y sé que Denna sintió eso especial al igual que yo cuando bailamos, nos abrazamos y nuestros latidos se dedicaban constantes declaratorias de amor.

Tal vez ésa lejanía que creó este tiempo sea una señal de su parte para decirme ¡Por favor Jacob! ¡No tan rápido! La verdad es que le he dejado una gran cantidad de mensajes desde ayer, y es extraño que ninguno haya sido visto o le hayan llegado. ¿Me habrá bloqueado?

_¡Jacob Fabriccio! -La voz de mamá me hace volver a la realidad -¡Te he dicho que sueltes el teléfono a la hora de cenar!

Me muevo para enderesarme en la silla y tomar una buena postura. Coloco el teléfono en el bolsillo del pantalón, y me centro a comer el espagueti con albondigas que esta en frente de mí sobre la mesa. Con el cubierto tomo un poco, y hago un gesto de disgusto.

_¡Se te enfrió! ¡Lo supuse! -Me dice mamá mientras se limpia con una servilleta indicando que ya terminó. -Estás tan distraído con ése teléfono que ni tocaste tu comida a tiempo.

_¡Lo calentare en el Microondas! -Digo al levantarme con el plato en mano dirigiéndome a la cocina.

_Luego de que termines ¡Recuerda una hora de Violín antes de acostarte! -Me dice, y con éso último todo mi ser se estremece.

_¡Está bien! -Solo asiento.

Aunque sea algo que estoy cansado de hacer. ¡Amo la música! Pero sentirla en mi cuerpo, su ritmo, su melodía. Amo la música de ésa forma, porque me ayuda a expresar lo que quiero en un baile.

El violín es solo un capricho de mis padres en hacer que olvide el baile. Claro que me han prohibido practicar danza, pero siempre me escabullo para ver a mi equipo y ensayar. A diario me arriesgo para hacer lo que más me encanta ¡Bailar! Pero quisiera que mi família apoyara lo que hago, me demostrara orgullo.

Lo único que recibiría de su parte es un ¡Estamos decepcionados Jacob! Y sé lo doloroso que es escuchar éso, de niño me lo repetían a diario. El violín ha sido lo único que los mantiene contentos, es la única forma de conectar con ellos y recibir un poco de atención.

Suena feo pero ¡Es la verdad! Si no se trata de música no se trata de nada. Ellos tienen toda una historia con ella, mi papá era director de orquesta "actualmente está jubilado" y mamá fue vocalista en la gran Coral de Minatto. Aman y viven la música, y los entiendo... la música es hermosa sólo que mi forma de amarla y vivirla es a través de cada paso.

Me cansé de tener ésa conversación con ellos repetidas veces, siempre me hacen ver que no hay escapatoria para ésta tortura. ¿Han escuchado una pieza de Violín? Es hermoso su sonido y melodía, pero es algo sumamente ¡Complicado de aprender! Y algo que sucede con todos y es que cuando no hay interés en algo nos limitamos para hacer las cosas y no damos la milla extra.

Desearía gritarle al mundo ¡Amo Bailar! Y es lo que quiero hacer por el resto de mi vida. No me interesa siquiera la carrera que quieren mis padres que estudie, sólo anhelo con todo mi corazón tener mi propio teatro, producir increíbles musicales, tener los mejores bailarines. A esto yo le llamo ¡Mi Verdadero sueño! Y a lo que mis padres quieren de mí ¡Su sueño frustrado!

Un Último Baile ¡y Ya!✔️ (Primera Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora