Un Último Baile ¡y Ya!✔️ (Primera Parte)

Capítulo XIII

~JACOB~

Llego a casa después del largo ensayo de hoy, nos preparamos para un gran evento en la ciudad Bahika. Comúnmente nuestras experiencias artísticas son allí ya que acá en la Ciudad de Minatto sólo hay academias de estilos clásicos y nuestra Academia suele ser subestimada por fusionar la danza con estilos modernos.

A mi parecer la Danza es una misma, y no hay porque limitarla. Ella debería ser libre, su estructura muy flexible al bailarín. Sus pasos deberían proyectar el presente y futuro al que todos conectamos.

La danza me ha liberado de tanto estrés y tensión por muchos años, la he practicado desde pequeño y desde un punto se convirtió en mi secreto más guardado hacia mis padres. Ellos no apoyan ésto, como verán su enfoque va más hacia la música y me obligan a ser cómo ellos.

Pero... de qué sirve la música si no puedes sentirla en tu cuerpo, formar parte de ése compás, recibir el impacto de cada golpe y dejar que sea ella la que te guíe a expresar lo que sientes muy dentro de ti. ¿De qué sirve la música sin alguien que la interprete? Alguien que le dé sentido por medio del lenguaje corporal. Y ¿Qué sería la Danza sin la música? Sería como un espacio vacío sin color, que necesita vida.

Ambas se compaginan, una no es lo mismo sin la otra. Ambas se necesitan para estar completas, desearía que muchos pensaran de ésa forma. Pero muy pocos se colocan en la posición de un bailarín.

El baile es más que pasos, más que estética y ritmo, ¡Es pasión! Algo que nos une sin importar el estilo que manejemos, la pasión es lo que nos identifica como bailarines en esencia. Necesitamos unirnos, necesitamos crecer y no estancarnos en un solo estilo cuando hay toda una variedad de expresiones artísticas que esperan por ser utilizadas en pleno. Yo quiero vivirlo, quiero verlo con mis propios ojos, aunque éso requiera de rebelarme contra la decisión de mis padres hacia mi vida.

_¿Por qué llegas tan tarde? -Me dice Padre al rato que entro a mi habitación y me observa desde la puerta.

_¡Estaba con mis amigos viendo una película! -Miento.

Él me mira con acusación, quizá no se lo cree pero se decide a entrar y tomar asiento en mi cama.
_¡Quiero hablar contigo! -Éso me confunde, espero y no sea la misma conversación de siempre.

Lo miro con mucha extrañeza.
_¿Qué sucede papá? ¿Le pasa algo a Mamá? -Le pregunto.

Él me muestra en su teléfono una fotografía.
_¡De esto quiero hablar! -Mis ojos se agrandan con gran magnitud al ver con detalle de qué se trata.

En la fotografía nos encontramos Denna y yo saliendo de la cafetería tomados de la mano.

_¿Quién tomó esto? -Le pregunto con sorpresa.

_¡Fue un correo anónimo! -Me dice, y quedo aún más confundido. -¿Quién es esta chica?

Yo observo la fotografía, en shok sin saber qué hacer. Él sólo se queda allí esperando una respuesta.

_¡Se llama Denna!

Le digo.

Él no se ve conforme con mi respuesta.
_¿Y? ¿Quién es Denna?

_Denna es... -No sé porqué me cuesta tanto decir algo, mi papá tiene la facilidad de intimidarme al instante con sus preguntas directas y difíciles de digerir. -Una chica que conocí en la Ciudad Bahika.

_¿Sólo éso? ¡Me parece que hay más! -Él acerca haciendo Zoom la fotografía y revela lo muy cerca que estamos. -¿Están en una relación?

Éso me hace meditar, y meditar, hasta que observo la fotografía con detalle, lo bonita pareja qué hacemos, ella sonriendo al verme a los ojos, yo mirándola con tanta admiración. Me hace pensar en lo mucho que la quiero y deseo estar con ella. Armo valor y miro a mi padre directo a los ojos muy decidido de lo que le voy a decir.