Las Hijas de un DaiYokai y una Diosa

Capitulo 25

-Ah...- las chicas cayeron sentadas al suelo cansadas- Al fin

-Esos dos recibirán su castigo- comentó Moroha con una pequeña sonrisa victoriosa

-Si... aunque no logramos mucho- comentó Rin con la mirada baja, Towa y Setsuna suspiraron a pesar de haber ganado, sentían que realmente habían perdido

-Lo sentimos papá- habló Towa, Sesshomaru las miro

-No salvamos a mamá... lo siento- habló Setsuna derramando lagrimas

-Hmm...- Sesshomaru se acerco a sus cachorras y las abrazo a las tres sorprendiéndolas- Hicieron todo lo que estaba en sus manos, estoy orgulloso ... y se que su madre igual

-Papá! - las chicas estallaron en llanto, Moroha abrazo con fuerza a su padre llorando, todos los presentes bajaron la cabeza. Las chicas se separaron de su padre cuando Setsuna nota algo...

-Eh? ...- a su lado comenzaba a nacer hierva y flores- Oigan...- todos miraron lo que ocurría de repente como por arte de magia todo el suelo cobro vida, flores florecieron, los animales muertos nuevamente tenían vida

-Que? ...- Towa miro arriba al sentir pequeñas gotas de agua, el agua regreso llenando el lago y cascadas- ¿Qué está pasando?

-Todo esta... vivo- habló Rin con asombro

-Wow...- todos miraron el árbol de loto el cual cobro nuevamente la vida, vieron como nuevas ramas nacían y estas se llenaban de hojas y flores

-Ahhh...- Jaken fue expulsado del árbol- Ay mamá mi cabeza

-Señor Jaken ¿Esta bien? ¿Qué está pasando? - las chicas se acercaron al kapta, por otro lado, Sesshomaru observaba el árbol, se acercó a este, iba a entrar cuando el tronco brillo, sus ojos se abrieron al ver a Aome salir, la tomo en sus brazos antes de que cayera, se arrodillo con ella en sus brazos, la observo su ropa aún era un desastre, pero sus heridas estaban completamente sanas

-¿Aome?...- pasaron unos segundos cuando Aome abrió los ojos, Sesshomaru sintió un enorme alivio invadirlo – Mujer...- Aome lo miro y sonrió un poco acariciando la mejilla del Inu

-Mi amado Yokai...- ambos se abrazaron, Sesshomaru oculto su rostro en los cabellos de su mujer llenándose de su aroma, Aome disfrutaba de ese único momento cuando mira al frente para ver a las chicas mirándola con lágrimas- Niñas...- Aome y Sesshomaru se separaron, el Inu la ayudo a levantarse

-Madre!! ¡¡Tía!!- las cuatro chicas no esperaron para abrazar a Aome, esta se sorprendió al principio para después sonreír y abrazarlas.

La vida natural regreso a cada rincón de Japón, todo había regresado a la normalidad la brisa movía con delicadeza el césped en los valles y praderas, en las hojas de los árboles, llevando consigo el dulce aromas de las flores, el agua corría por los ríos y lagos, todo era paz, aun en época de invierno todo era hermoso, como si el invierno hubiera permitido que la primavera se adelantara.

-Mis bebes...- Aome abrazaba a Setsuna y Towa, estas se encontraban fuera del valle- Estoy tan orgullosa de ustedes

-Madre...- se separaron, cuando las chicas se arrodillan frente a su madre sorprendiéndolas- ¡perdónanos!! ¡Fue nuestra culpa! ¡No volveremos a desobedecerte nunca!

-Eh? Jajaja...- Aome rio- Niñas levántense, nada de esto fue su culpa, si hay alguien que debe disculpase, soy yo. Las hice pasar por momentos muy duros, debí decirles todo desde el comienzo, pero no lo hice, lamento todo lo que han tenido que pasar en mi ausencia y por hacerles pensar que había muerto

-No tenemos que perdonarte nada madre...- habló Towa con pequeñas lagrimas- Padre nos explico todo, lo hiciste para protegernos, podemos entenderlo

-Hmm aunque padre pudo habernos ayudado desde el principio, te hubiéramos salvado antes...- comento seria Setsuna, Towa codeo su costado- Oye...