Día 4

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.°·•*Videojuegos*•·°.
[KiriJiro]

·•★•·

Jirō maldice el día en que aceptó participar de esta estresante "tarde de videobros".

Ella no es buena con los videojuegos. Ni siquiera sabe muy bien cómo es que funcionan las reglas de cada juego en los que se han detenido.

Y el que Kaminari y Bakugō parezcan estar teniendo un duelo de vida o muerte en el Mario bros la hace dudar todavía más sobre si querer jugar o no.

- Chicos, no nos tardamos, Sero me prometió que me ayudaría con la rueda de la fortuna -señaló Mina, arrastrando al azabache dueño de la buena suerte con ella hacia el juego anteriormente mencionado

Porque, quién sabe, quizá se llevarían a casa un buen montón de tickets para canjearlos más tarde por un jugoso premio gracias a la ayuda de Sero.

- ¡No se preocupen, aquí los esperamos! -asintió Kirishima, mirando a sus amigos ir hacia la, no muy lejana, máquina de fortuna

Entonces, bajo los gritos y gruñidos que proferían ambos rubios en la máquina de carreras, el pelirojo se volteó a ver a Jirō y le dedicó una sonrisa amable.

- ¿Estás bien? -preguntó a la chica

Y Jirō asintió sin verlo, hipnotizada por los fuertes colores neón de las máquinas.

Kirishima rió, señalando el juego que Jirō había estado mirando y animandola a que fuesen a jugar.

- ¡¿E-eh?! -exclamó Kyōka, enfocando su vista ahora en lo que consistía el juego que, sin notarlo, había estado mirando

El pelirojo asintió, comenzando a caminar en dirección al juego recién señalado, llevando a Jirō suavemente del brazo.

Y, a pesar de que esta no tenía muchos ánimos de jugar en ese extraño juego desconocido, le permitió a Kirishima arrastrarla con él ya que, de todos modos, verlo jugar a él sería más interesante que oír los gritos sin sentido de sus dos rubios amigos.

- ¿Sabes cómo jugar? -preguntó el teñido, tomando una de las armas del juego y sonriendo emocionado mientras extendía la que estaba junto a él a Kyōka

La de cabello obscuro negó.

- Pero no te preocupes, la verdad es que-

- ¡Entonces yo te enseño! Este juego es lo máximo, obtienes puntos por cada zombie que matas y tus balas son ilimitadas -comenzó a explicar el pelirojo

Demasiado emocionado como para detenerse a observar el rostro incómodo de Jirō.

- Pierdes si te tocan y el juego terminan cuando el tiempo lo hace -finalizó Eijirō

El juego era sencillo y divertido. Tenía diferentes diseños de personajes y a Kirishima se le daba muy bien la puntería con el arma.

Jirō, sin embargo, no podía dejar de sentirse nerviosa.

- No sé si quiero jugar, Kirishima -respondió la fémina, enrrollando uno de sus earphone en su dedo índice de la mano derecha- Mejor solo te miraré -simplificó, sintiendose algo avergonzada por la mueca preocupada del teñido

- ¿No te gusta este juego? Si quieres podemos ir a otro -preguntó Eijirō

Jirō negó- No es eso. Es solo que yo... Bueno, no soy muy buena en los videojuegos en general -admitió Kyōka, dejando en paz su earphone para ahora poder prestar su total atención al rostro para nada sorprendido de Kirishima

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