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Miriam veía desde lejos como una chica coqueteaba con su Mei.

La sangre le hervía, sus celos aumentaban.

—Ya vengo—dijo la patinadora a su grupo quienes asintieron.

Camino, dirigiéndose a la pelirroja.

—Hola Mei—saludo la patinadora.

—Hola Mentita—le devolvió el saludo.

Ese apodo, Miriam amaba cuando su Pandita le decía ese apodo.

—Hola Miriam—escucho.

Molesta la patinadora volteo mirando a la chica.

—Hola—dijo cortante, volteo a ver a Mei con una sonrisa—¿Me acompañas a comprar algo Pandita?—le pregunto.

—Claro, nos vemos luego Tiffany—se despidió de la chica mientras agarraba la mano de Miriam.

—Nos vemos luego linda—le dijo la chica.

Valla...

Otra víctima...

Pobre chica...

Las clases terminaron, todos estaban en sus casas, otros aún seguían caminando hacia sus casas

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Las clases terminaron, todos estaban en sus casas, otros aún seguían caminando hacia sus casas.

Una chica caminaba, tranquila, con sus audífonos puestos.

No pudo escuchar los pasos de alguien quién la perseguía.

Pobre chica, que decidió ir a un lugar donde no había personas.

Por lo menos se hubiera salvado.

Un golpe fuerte sintió en su cabeza.

Adolorida y mareada volteo a ver quién la había golpeado.

Era... Miriam.

Otro golpe, está vez con una botella.

Callo al suelo, golpeándose con una roca dejándola desmayada.

—Mei... Es solo mía—dijo la patinadora.

La chica despertó, dándose cuenta que estaba atada a una silla

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La chica despertó, dándose cuenta que estaba atada a una silla.

Se sentía mojada, noto algo a su lado... Había gasolina, al frente estaba le chica... Aquella psicópata... La mataría...

No podía decir nada... Miriam le había cosido la boca... La sangre bajaba al igual que sus lágrimas desesperadas...

Un cuchillo agarró Miriam, acercándose poco a poco a la chica.

La sonrisa era lo que más miedo le daba.

Miriam corto un dedo de la joven, el llanto aumentaba, el dolor también, vio como su dedo había sido separado de su mano cayendo al suelo.

Y así fue, dedo tras dedo, cortaba la patinadora, mientras la chica no paraba de llorar, aguantando el dolor sin poder gritar...

Miriam se separó de la chica, alejándose un poco, la sonrisa no desaparecía.

—Chau—dijo la patinadora.

Y prendió un fósforo, dejándolo caer a la gasolina, se se incendiaba.

La chica sentía como su cuerpo se quemaba, mientras la patinadora salía del lugar, cerrando la puerta con seguro.

La chica sentía como su cuerpo se quemaba, mientras la patinadora salía del lugar, cerrando la puerta con seguro

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Mei estaba en su cuarto.

Pequeñas lágrimas bajaban, paseando por sus mejillas.

—Pandita—escucho desde la ventana.

—Mir...—dijo.

Miriam fue donde ella, secando las lágrimas de la pelirroja.

—¿Que paso Mei?—le pregunto mirándola a los ojos.

—Mi mamá... Me había dado un golpe y... No se por que...—le respondió.

Por qué le habrá dicho...

Miriam se sorprendió, enojando se con la señora Ming Lee.

—Tranquila Pandita—le dijo, dejándole un pequeño beso en la mejilla—No te volverá a hace daño—...—lo prometo—.

La pelirroja abrazo a Miriam.

—Gracias Mentita por estar conmigo...—le dijo con un leve rubor.

—Siempre estaré contigo mi Pandita—le dijo—Nadie nos separará... Nadie—le aclaró.

La señora Ming Lee... Tendrá una leve advertencia...

Nadie hará daño a Mei...  No mientras Miriam este aquí... Asesinando a cada persona... Que haga daño a su Pandita.

‹‹continuara››

[14/05/2022]

Lo hago por ti... Mi Pandita <3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora