—¿quieres ser mi novio, solecito precioso?——¿que?—
Argentina estaba shockeado ¿el mexicano le estaba pidiendo que fuesen pareja? Si, ya se habían besado un par de veces pero sabía que algo así más compromiso y responsabilidad, más en su estado.
Pero ¿como habían llegado a esa situación?
Bueno, recapitulando un poco...Mexico se había puesto sus mejores prendas, una camisa color vino de manga larga y un pantalón que le quedara bien junto a un cinto, estaba decidido a pedirle a ese solecito que fuese su pareja oficialmente, lo había citado en un lugar especial que él mismo había mandado a arreglar con algunas personas, necesitaba que todo estuviese lindo.
Contrato a gente que les tocará música mientras ellos estaban ahí para hacer la velada un poco más agradable, cuando termino de vestirse y arreglarse tomó su cartera junto a sus llaves y salió de su casa.
Fue directo a una florería del pueblo en donde vivían, pidió un ramo enorme de girasoles pues creía que combinarían bien con el menor y le gustarían, además de que las rosas rojas se le hacían algo muy usado.
Cuando llegó al lugar quedó satisfecho con toda la decoración, era algo digno de admirar y se lo describiría todo al argentino cuando llegase, dio las indicaciones de que fuesen por el hasta su casa advirtiéndoles que si si enteraba de que le hicieron algo no vivirían para contarlo.
Los hombres acataron las reglas y en un dos por tres se fueron del lugar rumbo a casa del Argentino, México espero impaciente y nervioso a que llegara, podía sentir el sudor de su frente bajar y sus manos temblar ligeramente, aún no sabía bien que le iba a decir pero esperaba hacerlo bien.
No pasó tanto tiempo para que el solecito argentino llegase a la locación, fue por el hasta el auto ayudándolo a bajar de ahí, le pidió a los demás que guardaran silencio mientras él lo llevaba hasta donde pasarían el rato.
Pasaron el rato platicando y comiendo algunas cosas que México había preparado para la ocasión hasta que le pidió a argentina que lo esperara un segundo, el chico de ojos bonitos acepto y espero por un par de minutos al joven mexicano.
Mexico llegó acompañado y Argentina sabia de eso pues se escuchaban más de una persona a la hora de caminar, ladeó la cabeza con algo de confusión hasta escuchar como alguien carraspeaba la voz, dio un pequeño saltito cuando los mariachis comenzaron a tocar, el ruido de los instrumentos lo habían asustado para después solo reírse de sí mismo por aquello.
Tuvo una sonrisa en todo momento disfrutando de la melodía, a mitad de ella México se le acercó para poder juntar sus frentes, estaba nervioso, ambos lo estaban debido a la cercanía y a la situación.
—Chiquito— dijo México en un tono sutil y un tanto amoroso tomando la manita de Argentina para poder entregarle aquel gran ramo de girasoles que había comprado especialmente para el.
—Uhm?— fue el único ruido que Argentina hizo dándole a entender que lo estaba escuchando.
—Me gustas, bonito— los nervios podían notarse desde lejos, su voz temblaba un poco debido al nudo que tenía en su garganta.
—Me gusta estar contigo, me gusta cada cosita de ti, tú carita preciosa que he aguantado a no besar todo este tiempo, me gustan tus manitas chiquitas, manitas que me tocan las mejillas y me hacen sentir tranquilo— hizo una breve pausa para tomar algo de aire— me gustas porque eres tú mismo, por tu valentía y tus ganas de salir adelante a pesar de lo que te paso, admiro lo que eres, admiro tus pinturas, admiro esa linda sonrisita que a pesar de no siempre sentirse bien se mantiene ahí—.
La sonrisa que Argentina tenia fue desvaneciéndose poco a poco, mexico se percató de aquello por lo que prefirió ir directo al grano.
—¿quieres ser mi novio, solecito precioso?— le pregunto sintiendo como el cuerpo del otro comenzaba a temblar, no sabía con exactitud el porqué de eso— más bien ¿me dejarías ser tu novio?—
—¿Que?— dijo Argentina Yam rápido como había salido de aquel trance, no iba a aceptar, en definitiva no iba a condenar al mexicano de esa manera, no iba a dejar que cargara con aquello —Lo siento, México, pero no puedo—.
—pero mi amor... ¿por qué no puedes corazon? ¿Que te impide estar q mi lado? ¿Es por tu condición? Sabes bien que jamás me a importado eso, mi vida— llevo su mano hasta la mejilla ajena apretandola un poco en busca de levantar los ánimos de su chiquito bonito— seguirías gustándome así te faltará una pierna, un brazo, fueses mudo, no pudieses caminar... porque ninguna de esas condiciones me impide amarte, ninguna de esas condiciones te prohíbe el estar con alguien, eso es únicamente algo secundario... algo que se volverá más ligero con el apoyo de alguien a quien- —
Detuvo su hablar al escuchar los pequeños sollozos del de sol en su bandera, apretaba con sus manitas aquel ramo sin llegar a romperlo, limpio tan rapido como pudo aquellas mejillitas empapadas con las lagrimas, la música de fondo aún seguía sonando aunque algunos veían con lastima aquella escena, Argentina No sabía que decir o pensar, una gran parte de él quería aceptar aquella propuesta porque el mexicano realmente le gustaba pero según el, la parte más "inteligente" era la que se oponía, llegó a un punto desde simplemente comenzó a sollozar sin seguir escuchando lo que el más alto dijo por todas las dudas que tenía.
Volvió en si cuando sintió las caricias en su rostro, arrugando sus labios como un puchero pequeño, le tomó unos minutos tranquilizarse dentro de lo que cabía, mexico no dejó de decirle u llamarle por apodos lindos para que se sintiese mejor.
¿Que debía hacer? ¿Debía aceptar? ¿Y si México se cansaba de él? ¿Si jamás conseguía su transplante y mexico lo abandonaba por alguien más? Acomodo su cabeza sobre el pecho del mayor, este lo acuno entre sus brazos dejándole pequeñas caricias, estaba triste pero comprendía de cierta manera lo que el menor pensaba.
—México... si yo acepto ser tu pareja ¿tú me dejarías por alguien que si pueda ver?— solto sin más,aún estando sobre el pecho del mexicano.
—¿que? No mi vida, ya te dije que nada de eso es relevante para mi... no me importa si no puedes verme, algún día lo harás, hay solución para eso y la conseguiremos juntos—
Ahí estaba la sonrisita que tanto le gustaba al mexicano, apareciendo de manera sutil, la sonrisa lo contagió a él provocando que también sonriera.
—Aceptó... acepto ser tu novio México, también me gustas mucho—.
La alegría los invadía a ambos nuevamente, se abrazaron de una manera fuerte, aferrándose a sus cuerpos mientras que el mexicano dejaba pequeños besitos por todo el rostro del menor haciéndolo reír, ahora México podía presumir de que tenía al solecito más precioso de novio.
Como había querido hacer este cap pero tremendo bloque m dio
Ola comadre, se q vas a leerlo JAJAKAJJ gracias x las ideas
Animo, ya mero es fin de semana.
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El chico de ojos bonitos- mexarg
FanfictionArgentina, un hombre que quedó ciego después de un aparatoso accidente que tuvo de joven. Mexico, el hombre perfecto para muchos, un hombre atento y cariñoso. Mexico quedó fascinado con argentina desde la primera vez que lo vio, estaba decidido a ha...