Los rumores corrían rápido en aquel pequeño pueblo.La noticia entre el noviazgo del mexicano y el argentino no tardó en estar sobre los oídos de todos, algunos estaban molestos con aquella relación pues si, tenían interés en el mexicano, a otros les daba igual y solo unos cuantos estaban contentos de ver al joven México junto a alguien después de verlo solo tanto tiempo pues su última relación no terminó tan bien.
Argentina trataba de ignorar las palabras de los demás pueblerinos cuando iba al mercado a comprar cosas para su consumo y uso personal, el y México salían casi todos los días, cuando no lo hacían era porque se quedaban un rato en la casa del otro, ambos amaban estar juntos pues se hacían compañía mutua y más si se trataba de la persona a la que querían.
Sin dudas el que tenía la mente más imaginativa era México, el ya había planeado las cosas más allá de su boda a pensé de llevar poco tiempo juntos, por su parte, Argentina doló disfrutaba del momento como si fuese el último que le permitiesen pasar al lado del mexicano pues era de las personas que creían que debía vivirse al momento pues jamás se sabría si al día siguiente seguiría con vida.
Su noviazgo era algo sumamente tierno, lleno de besitos, a bracitos y palabras bonitas de parte de ambos, demostrándose el cariño que se tenían, no les importaba mucho si estaban en público o a la vista de las personas ¿por que habría de importar eso cuando ellos estaban pasándola tan bien?
Eran unos jóvenes enamorados, muchos no le tenían fe a aquella relación pues creían que solo sería algo pasajero, estaban muy equivocados después de ver como los meses pasaban y aquellos dos seguían amándose como el primer día, seguían inundando todos los rincones del pueblo con su amor y brillo único.
Pero no todo podía ser bueno ¿verdad? Siempre hay algo que debe arruinar la felicidad de alguien, más si se tratan sobre las inseguridades.
México había notado a Argentina mas flaco últimamente, al inicio pensó que era porque estaba haciendo ejercicio pero al percatarse de que no era así la preocupación comenzó a invadirlo.Cada que trataba de preguntarle sobre aquello a su novio el solo ignoraba el tema k le decía que estaba bien, cuando comían juntos apenas y probaba un bocado de lo que le había hecho.
Eso no podía seguir así, Argentina estaba en la sala, sentado sobre el sofá esperando a que su novio volviese de la cocina pues había ido por un poco de agua, cuando regresó con él le tomó la mano acariciandola un poco.
—Mi amor...— hablo él mexicano con un tono cariñoso pero también en uno donde su preocupación se notará.
—¿qué pasa, México¿— le contestó su novio, girando el rostro a donde provenía aquella voz con una ligera sonrisita.
México tomo un poco de aire tratando de bajar aquel nudo en su garganta que se había formado por las ansias, no quería que su novio reaccionara mal ante lo que iba a preguntarle o que se lo tomara a mal, menos hacer que se sintiera triste.
—¿Haz estado bien últimamente, corazón¿ te noto más delgado, mi vida, comes poco cuando te preparo comida y a ti te gustaba mucho, puedes contarme si paso algo, yo te ayudaré si es que me dejas hacerlo— dijo una vez por fin las palabras pasaron por aquel horrible nudo.—Estoy bien, México, no tienes porque preocuparte por eso, solo no he tenido mucho apetito—. Respondió con simpleza volteando nuevamente hacia la televisión, mexico no estaba conforme con aquella respuesta pues sabía que algo le estaba pasando y se lo estaba ocultando, pero por la forma en la que le contesto sabía que no debía preguntar más sobre aquello, tal vez solo lo descubriría después, aunque rogaba porque no tardase tanto.
Asintió con ligereza y rodeo con sus brazos la cintura de su novio, recargando su mejillita sobre su hombro aún con aquellos pensamientos recorriendo por su mente, argentina solo se removió un poquito buscando acomodarse un poco más entre sus brazos, se sentía protegido estando en los brazos del mayor.
Pronto se hizo la hora de cenar y como era de esperarse, Argentina No probó tanta comida antes de decir que ya estaba lleno, mexico sin más remedio le dijo que ahí dejara el plato, que él se lo comería y Argentina sonrio mostrando ligeramente los dientes siguiendo con su platica de porque las vaquitas eran tan lindas que parecían dioses.
No sabía el porqué su novio había dejado de tener apetito últimamente pero estaba seguro de que lo ayudaría a recuperarlo, le ofreció un par de galletitas las cuales no dudó en aceptar ¿no comía la comida normal pero unas galletas si? Hizo una mueca antes de reír al verlo comer de a poco.
"Niño chiflado" pensó, pero al menos sabía que tendría algo en el estomago y eso lo dejaba más tranquilo.
Si, los rumores corrían rápido en aquel pueblo por lo que mexico no tardó en enterarse lo que le había pasado a su novio, ahora entendía el porqué no contestaba su teléfono de casa.
Sudor frío, eso era lo que a simple vista se percibía, estaba temblando ¿como había llegado a aquello su pequeño sol?
Ola ola iiiiiiiii
Argentina tiene un TCA desde antes de conocer a médico, argentina en su imaginación se ve como en el dibujo pues puede sentir su masa corporal y eso mismo le hace creer que esta gordo cuando realmente es alguien delgado.
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El chico de ojos bonitos- mexarg
FanfictionArgentina, un hombre que quedó ciego después de un aparatoso accidente que tuvo de joven. Mexico, el hombre perfecto para muchos, un hombre atento y cariñoso. Mexico quedó fascinado con argentina desde la primera vez que lo vio, estaba decidido a ha...