capitulo 8

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Sus ojos se abren de par a par, como si mi petición lo hubiera asustado. Su tez era blanca sábana. Parecía que no le había gustado para nada
-no
Algo en mi interior se activa, alarmante.
-¿porque?
- No voy a responder esa pregunta- no me mira
Le doblo la respuesta
-¿porque?
Esta vez si me mira, pero su mirada estaba oscura, casi irritable
-¿Alguna vez te callas? Sos irritable- no me iba a afectar ese comentario porque lo que buscaba era sacarle información y fastidiarlo para acceder a lo que quería.
Tomo ventaja y me paro delante de él. Sabía que me sacaba dos cabezas y que al lado de él era un minion insignificante. Pero algo había aprendido era que con tan solo mirarlo a los ojos y hacer puchero. Lo hago y lo miro. Le mantengo la mirada con fuerza pero me era casi imposible resistirme a esos ojos de diferente color.

-no vas a ganarme haciéndome cara de bebé, ya sos grande para porquerias- me corre hacia un lado, pero lo detengo agarrandolo del brazo.

- entonces explicame el porque no respondes, es tan sencillo como un sí o un no.-aprieta la mandíbula. Di en el blanco.

Me enfrenta y me agarra de la cara, obligándome a mirarlo directamente a los ojos.

-No voy a repetir esto nunca más así que préstame atención- su voz se torna gruesa- en cuanto me hagas enojar juro que no te voy a dejar viva por más que quiera protegerte.- me suelta de golpe.- Me entendiste?. No le respondo como para que vea que no pienso responderle después de esto. Solo me limito a verlo fijo con ceño fruncido. Él se endereza y levanta lado de la boca, formando una sonrisa torcida.

-Asi me gusta, callada y obediente sos mas linda- me agarra del brazo y ahí reacciono con las malas

-ni se te ocurra tocarme pedazo de imbe...

-cuando los demás lleguen vas a  poder reprocharle las cosas a los demás pero conmigo te quedas callada hasta que yo te diga que hables- su agarre es fuerte y por mas que haga mi mayor esfuerzo no puedo sacarmelo de encima.No me deja otra que dejar que me lleve hacia donde supuestamente me iba a depositar. Me llevo la sorpresa de Jules manejando un ferrari negro deportivo. Nunca en mi vida había visto semejante auto ni menos a punto de subirme a uno.El se baja y veo que se cambió de ropa a una más... llamativa. Estaba con botas ajustadas color marrón haciendo conjunto con el cargo negro. Lo que más resalta es su chaqueta negra con un símbolo al lado de su brazo color rojo vivo. Era como un águila con una cola de algo largo que no llegaba a distinguir. 

-Llevas algo de equipaje?- su pregunta me toma desprevenida plantandome en seco

- Ya dije lo que pensaba

- y a nosotros que mierda nos importa lo que queres? Ya mismo busco algo en tu cuarto- dice Scott, soltandome de golpe y alejándose de un abrir y cerrar de ojos. 

No puedo responder de la furia que llevo experimentando. No podian alejarme de mi cuidad, de mi escuela, de Nancy, de todo.....lo enfrentó a Jules, dejando de lado toda amistad establecida por años.

- En cuanto Scott deje mis cosas en el auto, te subis y me llevas a un lugar lejos de estos psicópatas. 

El abre los ojos como platos. Lo tome desprevenido y se nota que es la primer avez le hablo sin la pura tranquilidad con la que siempre le hablaba. El mira hacia otro lugar, evitando mirarme.

- Dime que me escucharte.- sigue sin mirarme ni contestarme.

Siento que Scott llega y lo veo cargando con dos bolsos llenos de lo que suponía que era ropa y los pone en el baúl. Yo ya estaba planificando como escaparme de todos ellos e irme por lo menos a lo de mi padre. Sabia donde vivia pero necesitaba transporte y mi auto lo tenían confiscado y era muy obvio que iría corriendo a buscarlo y se que ellos no son estúpidos como para dejarme las llaves a la vista pero si lograba que Jules entre en razon y me deje irme por lo menos a lo de mi padre, que sabia que alli estaria a salvo, podria ser un peso menos para ellos. hasta podrían falsificar mi muerte y se terminaria todo este caos. Jules parece captar que algo raro estaba pensando y me mira por fin. Me niega con la cabeza en modo de advertencia, que no haga lo que estaba pensando. Lo dejó descartado. Okey. Plan B. Despistar a Jules diciéndole que necesitaba algo de mi cuarto y que tenía miedo de entrar por todos los cuerpos, agarrar las llaves y pisar fondo el acelerador e irme lo más lejos posible. 

-Necesitas algo mas o con estos bolsos llenos de ropa te bastan?- la voz de Scott me saca de mis pensamientos. Hago mi mejor esfuerzo para disimular mi nerviosismo por todo lo que estaba a punto de hacer.

- Si, la ropa esta bien, solo que quiero agarrar una cajita de mi madre como recuerdo... pero no quiero volver a entrar..- pongo mi mejor cara de tristeza y parece que hasta se lo cree. Suspira y cierra el baúl. Se acerca ami y me dice al oído, dulce como había sido cuando estábamos en mi cuarto

- Entra al auto que te lo llevo-y me besa la cabeza. Su gesto me deja hipnotizada. No lo entiendo. Es malo pero a la vez dulce cuando quiere. Lo detesto. O es una cosa o la otra. 

Me encamino al auto y Jules me abre la puerta de atrás como gesto de amabilidad. No lo miro. Si tanto sabe leer mentes ya sabrá mis planes y no será capaz de arruinarlos. Me cierra la puerta y dejo que todo fluya como lo planee. Me abalanzo contra las llaves del auto pero la puerta del conductor se abre de golpe y se me cae el alma a los pies. 

-Te pensas que me iba a creer la escenita esa de pobrecita? ni de joda- Estúpido hijo de...

Lo odiaba encerio. Se pensaba que me iba a encarcelar impidiendo todo tipo de acción que quiera realizar solo porque a él se le antojaba. Ami no me funcionaba lo de que era uno de los mayores asesinos e hijo de la mafia y a que me protegía porque su papa me queria matar. No.

-Me arruinas el humor con tan solo escucharte- le escupo, tirándome contra el asiento, frustrada.

Escucho como se rie y más furia me da.

-y encima que te haces el intimidante y a la vez el dulce principe azul mas dudas me dejas

se gira sobre el asiento para mirarme, sin dejar de sonreír

- decime esas dudas que tenes

- estoy segura que ya se me fueron porque llegue a la conclucion que sos la mierda en persona

Al decir esto estalla en risas. Me deja en seco escuchar aquel chico todo bipolar reírse de golpe. Era una risa cálida y divertida. No podría decir que me gustaba escucharlo reírse, pero no era el momento adecuado para eso. Mi cara parecía decir todo lo que pensaba que dice

- sos tan hermosa cuando te enojas- y se endereza para prender el auto

-alguna cosa mas que me quieras decir? además de decirme cumplidos que me los paso por el...- no puedo terminar porque aparecen Ellie y jules. Me callo de golpe, haciéndome la enojada cruzandome de brazos y mirándome por la ventana. Ellie se coloca a mi lado y Jules al lado de él. 

- Bueno ya esta todo- dice Ellie, sacando una computadora con millones de números pegados a la pantalla. Teclea tan rápido que el ruido me pone de mal ánimo. - estaria que salgas ya si quieres que lleguemos lo más temprano posible. Se coloca unos auriculares y comienza a morder un chupetin. Me sorprende la tranquilidad con la que maneja la situación. Jules se gira para verme, pero yo hago reflejo rápido y me coloco mirando la ventana. Escucho que se ríe por debajo e intento ignorarlo. Quería quedarme sorda para no escuchar a ninguno de los tres hablar. Rebusco entre mis bolsillos y encuentro mi celular con mis auriculares enroscados alrededor de él. Siento un alivio y me los coloco, un poco menos angustiada.Veo por reojo que por el retrovisor Scott me observa. Desvió la mirada rápido al celular y reproduzco la primera canción de mi playlist favorita. Bajo la música hasta que solo se escuche mínimo para ver que hablaban.

- ¿va a estar así todo el viaje?- le pregunta Scott, metiendo reversa el auto. 

-todo el hermoso viaje- noto el sarcasmo. Puff que gracioso que es.

Pisa a fondo el acelerador y se encamina hacia el misterioso infierno que me esperaba. Me acomodo en el asiento, mirando por la ventana y con la musica al maximo. Mis pensamientos me iban a comer la cabeza durante todo el viaje. No sabía para dónde íbamos ni quería saber porque me negaba a comunicarme con ellos. Todos mis planes estaban desechados. Solo quería que todo esto termine, que solo fuese un sueño, que mi madre no estaba muerta, que todos ellos no eran asesinos, que.... Cierro los ojos con fuerza y lloro en silencio. No quería que me escuchasen llorar como una débil. Me pongo la capucha y me tapo la cara porque sé que se darían cuenta si tan solo giran la cabeza y me observan dos segundos. Observo cómo nos alejamos de las calles de mi ciudad y estamos llegando a la ruta. Adios a mi vida. Adiós a todo lo que había construido todos estos años. Adiós a todo lo que iba a realizar en mi futuro con mis mejores amigos. Adios a mi yo...


Tú y yo ¿Será posible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora