capitulo 10

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Dos personas casi a punto de matarse y yo aca, tirada con un tobillo torcido porque no vi un tronco. No había peor humillación que eso. Que mi mejor amiga este defendiendome de un asesino serial y yo sea un pato criollo.
Nunca la había considerado así: fuerte, intimidante y que sepa manejar un arma. Ella siempre se vio como delicada y hasta que digamos... asustadiza por todo. Vaya sorpresa me lleve al ver que no es así y que todo el tiempo, todos estos años que nos conocíamos oculto esa faceta suya. 

Ella seguía con el arma en alto, apuntandole en la sien al hombre. Este estaba tranquilo, con una macabra sonrisa en la cara que me daban escalofrios. Intento pararme pero mi tobillo parece no estar de acuerdo y me envía descargas por todo el cuerpo, haciendo que tenga que morderme la lengua para no gritar de dolor. No parecia que me lo haya esguinzado, sino quebrado porque me era imposible pararme

-Pobrecita, no te puedes ni mover. Que linda eres como para tener que matarte- me dice

- Porque todos me dicen lo mismo??- replico, ya asqueada de ese tipico comentario- lo linds te lo voy hacer meter por el...

El hombre se rie

- Apa que lenguaje, chiquita. Te doy un minimo de 10 minutos si esa es tu defensa.

- yo gano en eso, hijo de remil puta- dice, dando un paso adelante
Amo cuando ella putea en español

-Bueno basta, porque todo el grupo alfa está protegiendo a esta mocosa? acaso no ven que no queremos problemas con el jefe y ustedes metiendose en donde no los llaman?!- Su tono había cambiado a un tono de irritación y enojo. Había algo raro en sus ojos, como si sus ojos no fueran de verdad. No quería sacar conclusiones, seguro era mi mente jugándome una mala pasada y me quería imaginar que no era un humano comun y corriente.

-Sabes la verdadera historia de esta "mocosa"? o te dejas llevar por lo que Jerónimo te dice?- Jerónimo? debía ser que así se llamaba el rey de la mafia. Sentí como los pelos de mi nyca se me erizaban. Ese nombre lo había escuchado una vez de la boca de mamá. Tenía unos 9 años cuando lo escuche, ella estaba hablando por teléfono y era de noche. Yo debía estar durmiendo pero tenía sed y quise bajar a la cocina. Recuerdo como ella estaba nerviosa hablando,se le entrecortaba las palabras y la voz le temblaba.

- No Jeronimo ni se te ocurra...

- mamá?- había dicho, con mi peluche que me había regalado papá. Era un monito de color marrón oscuro, lo usaba cuando tenia pesadillas o cuando era de noche y no quería sentirme sola. 

Ella se da vuelta y me mira, con cara de asombro y susto. Corta el teléfono y me sonríe, disimulando la antigua expresión de cuando me vio.

- mi niña, que pasó?

- tengo sed

-ten- me tiende un vaso con agua 

- con quién hablabas mami?.- me atrevo a preguntar. 

- era un paciente mío, que tenía problemas de ansiedad- se agacha enfrente mio y me agarra el vaso vacío. - vamos a  la cama que es tarde y mañana tenes clases.

Vuelvo al presente y veo como mis manos tiemblan. Estaba por tener un ataque de pánico.Odiaba que por momentos mis recuerdos inundaran mi mente y me desconecte. 

Ellos seguían en la misma posición, pero alertas y listos por si alguno ejercía un movimiento sospechoso.

-Ella tiene dos sangres extremadamente poderosas que con tan solo decir su nombre podría poner toda europa a sus pies. Si la matas todo el clan Hustler se les pondría en contra para vengar la muerte de la hija del Rey y todo el mundo podría resultar herido, no importa si no tienen nada que ver. Todo porque mataste a la hija de unos de los más poderosos Reyes de la mafia.- sus palabras me transmiten miedo y asombro. No me lo imaginaba a papá siendo un rey de la mafia, con gente asesina por todos lados. Siempre lo vi como un hombre trabajador, con una sonrisa cálida y hasta contagiosa, canoso pero bien moderado y con un estilo sofisticado de empresario. No lo veía hace unos 3 años, capaz había cambiado o qué sabía yo que le puede pasar a una persona en 3 años. Había algo raro en las palabras del hombre, como si las reconociera pero no sabía cómo. Que recordara nunca me habían dicho nada del trabajo de papá, pero cómo se vestía parecía un empresario. 

Tú y yo ¿Será posible?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora