Capitulo 6.

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Black.

Cada poro de mi piel pedía clemencia.

Las gotas que resbalan por mi espalda queman, su mano posada en mi hombro genera una sensación como si la electricidad tomara mi ser.

El dolor se siente.. Bien.

La clemencia que quiero pedir poco a poco es reemplazada por un hormigueo en mi bajo vientre que me hace bajar la mirada junto con las manos.

-Yo.. Lo siento.- suspiro.

-No te avergüences de una erección Black.- Domenica toma mi rostro con ambas manos y puedo ver una cierta seguridad en aquellos ojos de dos colores.- Yo también estoy excitada por esto.

-¡¿enserio?!

-Si.- deja la vela entre medio de los dos y se sienta frente a mi logrando que así la oscuridad quede a nuestro alrededor y la luz alumbrado solo nuestros rostros y cuerpos desnudos.-es normal dada la situación. Si no te sientes a gusto podemos hacer otra cosa. ¿vale?

-pero me dijiste que tu estabas..- ella sonríe y niega.

-no te preocupes por mi pequeño.- me acaricia la mejilla- pero si quieres arreglar tu asunto tengo un baño privado por allí.- lo apunta y yo asiento.

-de verdad lo siento.- me apeno de algo que en verdad siento.

-no lo hagas, esto recién comienza y tal vez necesitas asimilar mas algunas cosas de este mundo pero créeme, perteneces aquí. Ambos nos dimos cuenta de ello.- besa mi mejilla antes de pasar por mi lado, toma la ropa que le quite del suelo y se va dejando la puerta abierta.

-bien Black, pareces mas virgen de lo que eres así. El no tener sexo hace tiempo te hace mal.- miro mi erección y camino al baño- no voy a tocarme. Solo se bajara en un momento.- observo mi alrededor mientras la naturaleza hace lo suyo, todo en tono blanco increíblemente brillante, da hasta pena tocarlo y que mis huellas dactilares arruinen algo.- me limpio el resto de la cera de vela que hay en mi espalda, antes de ponerme la ropa.

Salgo del baño con mi problema solucionado y voy por el camino que creo es el correcto, hay varias puertas hasta llegar a mi destino, entro a una y es una simple habitación muy linda pero parece de invitados, sin hacer mucho ruido entro a otra y es todo en tono blanco nuevamente, hay fotografías de Domenica con un chico alto y joven, se ven felices mientras el besa su mejilla, hay amor en sus ojos. Luego hay otra fotografía de ellos dos nuevamente con una pareja mas mayor, todos sonríen de una forma que creo que si lo intento me dolería la boca. Hay una foto de la mujer rubia junto a un hombre alto tiene una rostro que da miedo con unos ojos oscuros que te generan un calosfrió electrizante, ella se ve feliz en la fotografía y el tiene una media sonrisa, Domenica tiene un traje negro y el hombre un traje militar pero no logro identificar de que milicia es. Mi curiosidad me lleva a irme antes de que me vea alguien.

Entro a una ultima habitación y es completamente rosa, ya puedo adivinar a quien le pertenece, me arrimo a las fotografías que están puestas en los cuadros de la pared y mi boca queda entre abierta con lo que veo. Es Domenica con..

-Disculpe joven black no puede estar aquí.- salto del susto que me pego, maxwell esta parado en la puerta pero contrario a lo que esperaría no se ve enojado, tiene una sonrisa muy amable en su rostro.

-yo, lo siento- me sincero y bajo mi cabeza en modo de vergüenza, soy muy chusma.

-oh nono, no se preocupe joven black.- yo solo volvía por unas planillas y vi el cuarto abierto. Puedo guiarlo con mi señora si quiere.

-si por favor.- salgo y puedo ver como cierra con seguro la puerta, no debí entrar sin permiso.

Al llegar al comedor puedo ver a la mujer con un suéter blanco y un jogging gris, esta cortando unas verduras y se ve muy concentrada.

𝐃𝐨𝐦𝐞𝐧𝐢𝐜𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora