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La luna me hipnotiza...
La luna me guía...

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El gran día llegó por fin el palacio estaba movilizado sirvientes por aquí y por haya.

El ruido despertó a la pequeña pelirrubia saltó de su cama emocionada, después de tanto tiempo por fin tendrían una pequeña fiesta era para la luna rosa pero también era para la princesa.

-Lisa! Estoy tan emocionada, todo ha quedado Perfecto... ¿y papá? ¿Donde esta? ¿Y la música, llegaron ya los bailarines y músicos? ¿Puedo ir al puente?, ¿los pétalos de cerezo si están en el lago flotando con las velas arriba? ... -Asi era Roseanne feliz, entusiasta y muy querida por todos en el palacio, no dejaba que Lisa contestara sus preguntas, Lisa soltaba pequeñas risitas mientras seguía arreglando su cabello

-Todo está como lo planeamos, ahora solo hay que esperar a que los invitados lleguen y antes de que eso ocurra tu padre quiere hablar contigo -Lisa soltó un pequeño suspiro soltó el cabello de Rosé acomodando su pequeña tiara de oro blanco con pequeñas piedras rosas y se sentó frente a ella la tomó de las manos y le dijo:

-Rosie, tú sabes... tú sabes que tú madre querría que fueras lo más feliz del mundo, tú padre se ha esforzado mucho por hacerte feliz, pero... -Hizo una pequeña pausa -Pero sabes que todo esto es tuyo, me refiero al palacio, al pueblo, tú un día serás Reina y para eso necesitas...

Rosé fue safando sus manitas de las de Lisa y desvió la mirada de ella

-Yo, te refieres... ¿a que un día me tengo que casar? -Preguntó Rosé, con un tono resignado y triste

-A eso mismo Rosie -Le dijo Lisa

-Pero... pero para eso aún falta mucho, yo no, no sé si quiera que es estar enamorada - los ojos brillosos de Rosé se iluminaron de un leve rosita por un momento

Lisa suspiro de nuevo, esto iba a ser más difícil de lo que creía -Lo se pequeña, pero... será mejor que vallas con tu padre, te está esperando y no queremos que todo se retrase ¿de acuerdo?

-Bien... -Rosé salió de su habitación para dirigirse al despacho del Rey Hoseok, sus ojitos se abrían y brillaban de la emoción de ver todo listo para la celebración, los sirvientes le regalaban una cálida sonrisa y reverencias como siempre.

Se desvió a la cocina, a nadie le cae mal un aperitivo antes de todo el ajetreo además de que la cocinera Jisoo hacia los pasteles más ricos del reino, seguro tenía ya preparado más de uno para la velada.

-Princesa!
-Oh! Hola Jisoo, ¿me preguntaba si había ya un trozo de pastel para mi?

Jisoo soltó una leve risita mientras sacaba el pastel con fresas que sabía era el favorito de la princesa, aquella cocinera de no más de 40 años, quería demasiado a la princesita además de Lisa, ella era una de las sirvientas que vio a Rose desde que llegó a este mundo

-Claro que si, para la princesa Rosé siempre hay pastel, ven aquí mi niña, estás bellísima - Le tendió la mano y la llevo a la mesita que estaba en la cocina sirvió un gran trozo de pastel y se lo dio a la pequeña pelirrubia

-Mmm! Es delisioso Jisoo! ¿Ya tienes todo listo? ¿Que más haz preparado? ¿Hiciste ese postre frío? ¿Dime que también habrá pollo y cerdo? -Ahi estaba otra vez Rosé con sus mejillas llenas de pastel y hablando de todo sin dejar responder a los demás

Justo la puerta de la cocina se abrió y un pequeño Niño con ojos de bambi entró, con pollos dentro de cajas y detrás de él un joven pálido y con un sombrero que tapaba la mayoría de su rostro y varias cajas más sobre sus brazos

-Omma! Ya están aquí los pollos

-Yah! Mal educado saluda a la princesa - dijo Jisoo dirigiéndose a JungKook

-Oh! Su alteza perdone no la vi! Hizo una reverencia y se enderezó, el está ayudándome, enseguida nos iremos, papá aún está en el mercado.

Rosé siguió comiendo su paste pero otra vez ese olor a mentita llegó a su naricita

-Yo ya me iba, mi padre debe estar esperándome, gracias por todo Jisoo y un placer verte JungKook a usted también. -Trató de buscarle el rostro al tipo pálido pero él fue más rápido al hacer una pronunciada reverencia y decirle <<Su alteza>>

Rosé siguió su camino en busca de su padre

-¿Como estas Yoongi? Que bueno verte- le dijo Jisoo al pálido -Quisieran un poco de agua antes de regresar o puedo darles un trozo de pastel de fresas

-Está bien señora Jeon, no es necesario, estoy bien, JungKook me obligo a ayudarle, esta tan flacucho que no podía dejarlo con todas estas cajas

-Yah!! No soy débil ni flacucho, yo solo quería compañía -dijo JungKook con un bocado ya de pastel en la boca

-Me voy! Nos vemos después -Dijo Yoongi saliendo de la cocina

-Espera! ¿No te quedarás a la celebración? Puedes ayudar aquí... -Dijo JungKook a su amigo, la verdad que no le gustaba que el pelinegro estuviera siempre solo en su cabaña lejos de todos

-No lo creo... será mejor que regrese ahora casi se oculta el sol y quiero descansar, hasta pronto señora Jeon, JungKook...

Yoongi salió del palacio y se adentró al bosque, el camino a su cabaña era algo retirado, no se arrepentía de la lejanía al contrario le gustaba estar apartado de todo, paso junto al lago cerca de detrás del castillo, otra vez la sensación en su pecho y cuello, ese leve cosquilleo que se incrementaba cuando se acercaba al castillo, el olor que percibió hoy al entrar a la cocina, no se iba de su mente, lavanda.

Se recostó bajo el árbol de cerezos hoy en especial se veía más frondoso, la luna no tardaba en salir y hoy era una fecha especial, sentía a su lobo más vivo que nunca, algo en su pecho revoloteando más fuerte y se quedo ahí contemplando el lago, el silencio, todos estarían celebrando, pero el no, el quería ver a la Diosa Luna en todo su esplendor solo para el.

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GRACIAS POR LEER

NOCHES DE TU PIEL -YOONROSÉ- [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora