Temprano había muchos deberes y por la noche solo podía recordar los deberes que le aguardaban al día siguiente. Tan pronto como ponía las nalgas en la cama sentía un devenir de dudas y sin que acabaran de aclararse todas le nacían de la nada ganas de orinar, iba al baño y cuando volvía el sueño había desaparecido. Había pasado los últimos días entrenando solo en el bosque de ciervos. Una gata persa que llegó un día y que su papá adoptó acababa de dar a luz a una camada de bichos regordetes que lo miraban fijo cada vez que pasaba cerca. A Shikamaru le parecía que la gata era una madre terrible, se iba por tardes enteras y volvía solo cuando se aburría de corretear con los otros gatos.
Una madre debería ser apegada a sus cachorros, podía apostar a que esa Temari sería una madre terrible tan solo con verla y compadecía ya desde entonces a cualquier bastardo que tuviera la mala fortuna de casarse con ella.
—Además sería una esposa de pesadilla —le dijo una vez a Choji, mientras lo visitaba en el hospital para el día del alta —Esa mujer es un desastre, tan solo mira como lleva el cabello, es evidente que le gusta buscar la bronca.
— ¿Por qué tienes que meterla en todas las conversaciones, Shikamaru? —Le había preguntado él — ¿No será que te gusta?
Shikamaru se frenó a medio pasillo.
— ¿Gustarme? Ah, ya sé, a ti lo que te pasa es que sigues enfermo.
—Tranquilo Shikamaru, no se lo contaré a nadie ¿para qué son los amigos?
Esa pregunta caló profundo en sus huesos ¿para qué son los amigos, Shikamaru? Se preguntaba todos los días desde entonces. Sabía que la amistad era importante, algo que no se compra en una tienda y que vale la pena conservar para siempre. Un insumo preciado que hace la vida más amena y los días tan largos más cortos. Choji era su amigo pero ¿lo era? Y si lo era entonces Shikamaru Nara era el peor amigo de todos: había llevado a su mejor amigo a una misión de alto riesgo, se había jugado la vida de Choji al primer momento sin que pudiera ocurrírsele mejor solución.
Si hubiera tenido tiempo hubiera pensado en algo mejor y tal vez Choji nunca hubiera estado al borde de la muerte. Había pasado aproximadamente un mes desde que volvieron a la aldea, Choji, Neji, Kiba y todos los demás se habían recuperado ya y estaban todos fuera de peligro pero Shikamaru seguía sintiéndose como una gran...
—Mierda —espetó Temari que debió acercarse por la cascada porque no escuchó sus pasos aproximándose —y yo que esperaba verte entrenando, venadito.
—Estaba concentrando toda mi chacra en aquella nube, creí que podría moverla con mi mente si le ponía suficiente empeño.
—Querrás decir que te la comías a besos
—Además de sarcástica tienes sentido del humor —la chica le sonrió en respuesta — ¿Cuándo llegaron?
—Hace una hora
—Me siento honrado
—No te emociones, bebito llorón. Vine a buscarte porque Gaara me envió, quiere saber cómo se llega a la academia, atendemos viejos favores.
Shikamaru suspiró, el pensamiento no se le había escapado del todo y permanecía flotando cerca de la superficie.
— Ya veo —sonrió
— ¿Y a ti que te pasa ahora?
— ¿qué? ¿A mí?
—No seguirás con lo mismo ¿o sí?
Shikamaru la miró suplicante de que no iniciara un sermón al respecto
—Lo entiendo, debes sentirte como un fracasado
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La misión fracasó
RomanceShikamaru y el escuadrón de recuperación de Sasuke han fracasado y enfrentado a la muerte por primera vez, las secuelas psicológicas y el transcurso de la adolescencia a la adultez los toma desprevenidos cuando se dan cuenta de que un nuevo y más pe...