❝ oᥙr ρrᥱgᥒᥲᥒᥴყ ❞

𝖙𝖜𝖊𝖑𝖛𝖊

ㅡBuen día, bebéㅡ dijo Hoseok acomodándose en la cama junto a su pequeña hija, sonriendo ampliamente al ver la manera en la que la pequeña sonrió al oír su voz. ㅡ¿Dormíste bien?

Una de sus grandes manos acarició con delicadeza la barriga de la bebé mientras la otra acomodaba sus pequeños mechones de cabello.

ㅡVen, vamos a desayunarㅡ dijo arrodillándose sobre la cama e inclinándose para tomar a Yuna entre brazos, acomodándo su cuerpecito en su pecho.

Dándose la vuelta para caminar en dirección a la cocina, acariciando con parsimonia el rostro de la infante mientras tomaba el biberón que había preparado de ante mano.

Y así fue hacia el sofá de la sala y se sentó, acomodándo a su hija sobre su regazo para alimentarla, no sin antes colocar un pañuelito debajo de su mentón en caso de que babeara o escupiera la leche.

Unos cuarenta minutos antes de la hora en la que sabía que Yuna despertaría, Hoseok limpió y ordenó la casa, preparó su propio desayuno y también se vistió, preparando la ropa para la bebé.

Pues llevaría a la pequeña con una amigo y él iría a encontrárse Hyungwon.

Porque luego de pensarlo por un largo, largo y aún más largo tiempo, Hoseok llegó a la conclusión de que Kihyun tenía razón. Debían hablar con Hyungwon y tratar de arreglar las cosas -al menos lo que se pudiera- por el bien de la hija que tenían en común.

Por eso antes de írse a dormír decidió desbloquear el contacto del menor en su teléfono, sintiéndo un nudo en la garganta una vez le llegaron todos los mensajes que Hyungwon le había escrito luego de lo que ocurrió en el hospital. Pero se prometió no volver a pensar en eso y simplemente escribió un corto mensaje.

Si es que estás libre mañana, ¿Podríamos vernos y hablar?

Y al alto no le había tomado mucho tiempo en responder con un:

¿Dónde y cuándo?

Que a Hoseok le pareció algo desinteresado -pobre tonto-. Pero de todos modos contestó.

En el parque cerca de mi apartamento, a las once, ¿puédes?

Y de nuevo, recibió una respuesta inmediata.

Claro que si, hyung...
Nos vemos mañana entónces.
Buenas noches.

Ya no había respondído a aquello solo se había girado mirando en dirección a la cuna en la que dormía su hija, cayendo dormido momentos después.

ㅡTenías mucha hambre, ¿no es así?

Hoseok sonrió viendo la manera en la que Yuna sostenía sus dedos y el biberón al beber, hacia lo mismo cada vez que usaba un chupón, lo sostenía contra sus labios y no lo dejaba ír.

ㅡYuna-yahㅡ canturreó, jugando con los cabellos de la bebé. ㅡHoy papi saldrá un ratito y tú te quedarás con tu tío, ¿te portarás bien y no le vomitarás el uniforme de nuevo?

Dijo, sabiendo muy bien que estaba siendo infantíl pero poco le importaba.

Yuna miró a Hoseok y soltó un pequeño quejidito que pareció responder a sus palabras y el rubio rió. Minutos le tomó a la pequeña terminar el biberón y rápidamente se movieron hacia el cuarto en dónde cambió el enterito de pijama de la bebé por uno de tela color celeste más fina, regalo de Kihyun.

Le puso un par de medias blancas y le calzó unas zapatillas beige, luego acomodó su cabello en dos pequeñas coletas, que más que coletas parecían antenitas pues no tenía mucho cabello aún y el que tenía se le estaba cayendo de a poquito.