Capítulo 2

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Jungkook había despertado algo desorientado luego de haber entrado en celo, no recordaba mucho debido a su estado somnoliento sin embargo luego de parpadear los recuerdos llegaron poco a poco haciendo que su rostro se sonrojara, fue ahí que se dio...

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Jungkook había despertado algo desorientado luego de haber entrado en celo, no recordaba mucho debido a su estado somnoliento sin embargo luego de parpadear los recuerdos llegaron poco a poco haciendo que su rostro se sonrojara, fue ahí que se dio cuenta que seguía entre los brazos de la híbrida lobuna, intentó deshacerse del agarre en su cintura más Lisa era bastante fuerte; rindiéndose decidió quedarse entre los brazos de la fémina hasta que esta despertará.

Viéndola así de cerca podía oler mejor su aroma a café y canela el cual a Jungkook se le hacia muy atractivo, tanto su cabello como sus orejas se veían muy suaves y esponjosas.

Jungkook nunca había estado cerca de un híbrido lobuno sin embargo había leído sobre ellos y su manada también le había comentado algunas cosas, el líder de su manada Hoseok le dijo que por lo regular se mantenían en manada con los de su propia especie tal como li hacían los conejos, esto debido a todas las habladurías al rededor de la especie pues aún se les veía como peligrosos debido a sus instintos, Hoseok le aconsejó no dejarse guiar por las malas lenguas pues todos tenían arraigados algunos instintos de sus especies quisieran admitirlo o no, como por ejemplo estaba el estereotipo de que los conejos eran débiles y sumisos con todos dejándolos débiles y a cargo de tareas del hogar; sin embargo aquello era falso pues dentro de la especie de híbridos conejos la mayoría eran personas de carácter fuerte y dominante, su especie no definía como serían como personas, Jungkook lo sabía bien. Él mismo era prueba de que un conejo podía ser musculoso, alto e intimidante, así mismo con su manada y su familia era alguien cariñoso, juguetón y mimado.

Aún así siendo él el único híbrido de especie tipo presa los instintos de su manada se activaban para proteger y cuidar al conejo, Jungkook sabía que su manada no lo hacia porque lo vieran débil o por debajo sino que era por sus instintos depredadores, su manada siempre se disculpaba si irritaban a Jungkook pues sabían que él era bastante independiente y no le gustaba sentirse como el eslabón débil.

Jungkook salió de su ensoñacion al sentir como Lisa despertaba, sin saber que hacer se quedó quieto esperando ¿Esperando qué? Él tampoco sabía.

—Sé que estás despierto bollo. — habló Lisa en tono ronco debido a estar recién despierta. —¿Te sientes mejor? — preguntó acariciando los costados del conejo de forma lenta.

—Sí, me siento mejor, gracias. — respondió Jungkook luego de tomar valor para responder, se acercó queriendo sentir más de las manos de Lisa sobre él.

—Deberíamos ir a ver si tu manada ya llegó, no creo que quieras que se preocupen. — sin hacer amago de levantarse Lisa poso una de sus manos en el cuero cabelludo de Jungkook masajeando lentamente con sus uñas.

Sin poder evitarlo Jungkook gimio complacido por las caricias recibidas, Lisa sonrió ante eso ocupando su otra mano para acariciar la espalda baja del lindo hombre en sus brazos de forma lenta acarició bajando lentamente hasta sentir la esponjosa cola en la palma de sus manos, viendo si Jungkook mostraba signos de incomodidad decidió continuar al ver como suspiraba con gusto, tomando la cola de Jungkook en su mano la apretó lentamente ganándose un lindo gemido del contrario, riendo su mano se dirigió más abajo de su cola.

Claro que ambos saltaron lejos el uno del otro al escuchar como la puerta se abrió ruidosamente, Lisa cayó de espaldas al suelo mientras Jungkook seguía en la cama con el rostro sonrojado y una muy evidente erección.

Hoseok, Namjoon, Yoongi, Jin, Jimin, Taehyung y Bambam se quedaron quietos en el umbral de la puerta al ver la escena frente a ellos.

—Perdón por interrumpir. — las palabras salieron de la boca de Namjoon ante el silencio en la habitación.

Jungkook se sonrojo más si es que era posible, Lisa sonrio nerviosa parandose de donde estaba tirada sin saber que más hacer.

Luego de la incómoda situación Jungkook se fue junto a su manada, no sin antes pedirle a Lisa su número y pedirle su chaqueta para su nido, ella sonriendo en grande aceptó ambas cosas perfumando más la chaqueta antes de dársela al lindo híbrido.

Cuando la manada Bangtan se fue Bambam vio a Lisa con los ojos entrecerrados.

—¿Qué? — pregunto Lisa haciéndose la desentendida.

—¿¡Cómo que qué Lisa!?, ¿Qué pasó entre tú y Jungkook en la habitación? — respondió Bambam con las manos en las caderas viéndola con acusación.

—Nada. — respondió alzándose de hombros. —Nos interrumpieron antes de que pudiera pasar algo más. — murmuro con tristeza haciendo que al pobre Bambam le diera un tic en el ojo.

—Te pedí que lo cuidarás no que lo manosearas. — regaño.

—¡Pues lo estaba cuidando! — se defendió con las manos alzadas. —Además no hice nada sin su consentimiento, hasta parece que no me conoces. — la azabache se cruzó de hrazos ofendida.

—Pues porque te conozco te lo digo. — apuntó Bambam seriamente. —Se que no harías nada sin consentimiento, pero Jungkook es importante para mi Lili, no quiero que sea uno más para ti. — pidió con súplica.

—Hablas como si fuera una rompecorazones o algo así. — murmuro de forma berrinchuda a lo cual Bombam la vió con una ceja alzada. —Ok, si lo soy pero eso no quiere decir que voy por a hacerlo con Jungkook. — argumento.

—Si lo haces Jisoo se va enterar de todo, tenlo por seguro. — amenazó Bambam dirigiéndose a la cocina dejando atrás a una asustada Lisa.

—¡Cuidare su corazón! — grito Lisa con seguridad. —¡Pero no prometo no romperle otras cosas! — bromeó Lisa ganándose un golpe con la espátula de parte de Bambam.

Así paso un día más con un Jungkook feliz en su nido con la nariz enterrada en la chaqueta de Lisa y una Lisa adolorida por el golpe de Bambam mientras este se reía de ella.

Continuará...

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