Como un nudo apretado

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AU Mermaid

***

Incluso a la profundidad en la que solía habitar llegaban algunos rayos del sol gracias a las cristalinas aguas. El mar tranquilo en los días de verano definitivamente era su favorito, no solo porque facilitaba la recolección, la quietud de las corrientes traía paz a su alma, ayudándolo a retomar su antiguo estilo de vida. Escarbó un poco más en la arena, accidentalmente algunas partículas se colaron en sus ojos causándole comezón.

A pesar de las muy buenas condiciones no encontró mucho. Había explorado esta zona par de veces antes, buscando hasta en el más pequeño rincón así que era de esperar que en algún momento los pequeños tesoros se acabaran. Esta zona se encontraba en el perímetro cercano a un barco hundido, Xie Lian no sabía nada sobre barcos, de hecho, conocía bastante poco sobre los humanos y sus costumbres. Cuando llegó a este lugar el navío ya estaba hundido y completamente abandonado, solo habitado por algunas colonias de peces que nadaban a través de las aberturas del casco, podrido por la humedad y el paso del tiempo. Era realmente un milagro que nadie hubiese estado por aquí antes, un golpe de suerte para él. Las pequeñas joyas y tesoros que a ojos de otros solo serían baratijas estaban por todos lados. Xie Lian felizmente los recogía, los que más le gustaban solía conservarlos, como un recuerdo o por simple capricho. Sinceramente no le importaba y no pensaba mucho en eso.

Cargó con todo lo recolectado en sus manos. No era demasiado, pero si suficiente como para llenarlas, nadando con una sonrisa de vuelta a su hogar. Pensó en recoger unas algas por el camino, era bueno variar la alimentación de vez en cuando, pero desistió de la idea, siempre podría regresar más tarde. Su cola aún dolía un poco cuando hacía movimientos bruscos o nadaba largas distancias. La venda atada en la punta estaba floja, de todas formas su principal función se había cumplido, no era muy importante si la perdía en su recorrido.

Ser distraído y no prestar atención a su alrededor podía ser un grave error para un tritón, Xie Lian nunca bajaba su guardia hasta hace unas semanas, no era como si lo necesitara.

Tal vez por eso no notó que era observado.

Llegó a la cueva que se había convertido en su hogar tres semanas atrás, entrando despreocupadamente y dejando sus tesoros sobre la roca hueca en la que los guardaba. Mañana iría a encontrarse con alguien que se los cambiara por otras cosas más útiles y necesarias en su día a día. Miró bastante satisfecho su pequeño botín, compuesto principalmente por conchas, rocas de colores llamativos y objetos que definitivamente provenían de los humanos. Solo cuando se aseguró de que estaban fuera de la vista de algún posible ladrón que se atreviera a entrar fue que se dedicó a mirar a su alrededor. Su hogar no era muy grande, en realidad a penas y había espacio, pero era mucho mejor que dormir a merced de las corrientes.

Solo entonces, notó que justamente podía nadar sin problemas dentro de su pequeña cueva, cosa que normalmente no era posible. Salió lentamente mirando a su alrededor en busca de eso que faltaba.

- San- ¡...!

A penas un fragmento de su voz escapó de su garganta algo chocó contra su cuerpo, no con fuerza, de hecho, no parecía un golpe en lo más mínimo. Xie Lian se desestabilizó por unos segundos, girando suavemente en el agua. No estaba asustado, en realidad cuando se recuperó de la primera impresión comenzó a reír de forma escandalosa.

- San Lang, no me fui por tanto tiempo, ¿cómo es que me extrañaste tanto? - con un poco de trabajo liberó uno de sus brazos del agarre que lo tenía casi inmóvil, sus dedos se enredaron en el rebelde pelo negro, sus uñas acariciando el cuero cabelludo.

HuaLian AUsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora