La lluvia caía, mojando aquel cuerpo que se encontraba debajo de una estatua con forma de dragón, sentado abrazando sus piernas tratando de calmar las lágrimas que no paraban de salir, adornando sus mejillas sonrojadas, tenía los ojos hinchados producto de una pelea con su progenitora.
Miro aquella ventana dónde las sombras de sus padres estaban, ambos abrazándose fuertemente pero también vio como la sombra de uno, más específico de su padre, se separó abruptamente y este le decía a su madre que no se fuera a aquella guerra dónde está moriría y obviamente ya sabía cuál era la respuesta de su madre.
Kyojuro se fue corriendo al templo, no le importaba mojarse más, el sería el que fuera a la guerra en lugar de su madre, no le importaba morir en aquella guerra pero igualmente tendría mucho cuidado para que no lo descubrieran. Tenía suerte que una de las hermanas Kochō le diera un medicamento mágico*, juntó sus manos e imploro a sus ancestros para que no lo descubrieran y durante el tiempo el estubiera afuera protegieran a su familia.
Fue al cuarto de sus padres y tomo el pergamino que les había entregado el emisario, dejando en su lugar el broche de loto, estos se encontraban acostado abrazándose uno al otro, beso la frente de cada uno, se volteo para irse a la habitación de su hermano menor, quería despedirse de Senjuro, ya que talvez no lo volvería a ver.
Empuñó la espada y comenzó a imitar los movimientos que hacía su madre cuando está entrenaba y no estaba tan enferma, una vez que terminó se fue a abrir el armario rojo para tomar la armadura de su madre y ponérselo.
Se fue al establo, tomo su caballo para subirse e irse al campamento donde lo entrenarían.
La abuela se levanto alterada y fue corriendo a la habitación donde se encontraba Ruka y Shinjuro.
- ¡Kyojuro se ha ido! - grito la abuela para que la pudiesen escuchar.
Los dos individuos que anteriormente se encontraban dormidos se levantaron perturbados con el grito que dió la anciana, no entendían lo que pasaba.
Ruka observó la pequeña mesa de noche, se sorprendió cuando no encontró el pergamino pero en su lugar se encontraba un broche de loto, tomo aquel broche entre sus manos, estaba confundida.
Se levanto con el broche en manos y fue corriendo al armario donde se suponía que estaba la armadura que ella portaria en el campamento donde la entrenarían, pero obviamente no estaba, estaba preocupada su hijo no estaba, también su armadura ni el pergamino ¿Acaso su hijo se habia ido a la guerra en su lugar?.
No sabía que una discusión haría que su hijo tome tal decisión, se sentía desesperada. Salió de su siheyuan, y comenzó a gritar el nombre de su hijo con desesperación al mismo tiempo que corría por la lluvia, no quería ver muerto a su hijo, cayó de golpe contra el piso mojandose con el frío y humedo lodo, soltando el broche, Shinjuro que iba tras ella,se alarmó al verla caer y comenzó a correr para arrodillarse y posteriormente sostenerla en sus brazos.
- Debemos ir a traerlo antes de que lo descubran y lo maten - comento el Omega adulto con una voz preocupada.
- Si lo descubrimos, morirá - ambos sabian sobre la regla estricta de que los omegas y las mujeres betas no tenían participación en la guerra, si llegaban a ver a alguno, su delito sería pagado con la vida, temían por la vida de su hijo.
- Queridos ancestros escuchen nuestra oración, cuiden a mi nieto, Kyojuro - imploro la abuela que se mantenia en un lugar protegido de la lluvia, estaba con su nieto, Senjuro que se despertó por los gritos de los mayores, este también estaba confundido.
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Mulan [ AkazaxKyojuro]
RomanceKyojuro Rengoku, un joven Omega, hijo mayor de la familia Rengoku, cuando el emisario imperial lleva a cabo la orden de reclutar todos los alfas y solo a hombres betas de cada familia, este se fugara de casa con la intención de alistarse en el ejérc...