أيقنت بأنك فى جسدى .. برق ورعود
Me di cuenta que estas en mi cuerpo...como el rayo y el trueno
وبأن لقائك منذ البدء بعمرى .. هو اليوم الموعود
porque cuando te encontré empezó mi vida...ese fue el dia prometido.
✿
—¡Ven aquí, maldito estafador! —Un hombre musculoso alzó el puño y lo agitó con furia desde una puerta de cortinas —¡Voy a partirte en dos, ladrón!
—¡No soy un ladrón! —Un joven rubio de ojos rojos salió a la calle apurado y volteó divertido a responder al hombre —Soy un humilde trabajador que se gana la vida en la especulación de resultados deportivos, no es mi culpa que usted sea estúpido y apostará el dinero de su mujer al luchador equivocado.
—¡Te aposté a ti, imbécil! ¡Me convenciste de que lo hiciera, me aseguraste que ganarías y perdiste intencionalmente en la última pelea!
—¡Hay días buenos y malos, señor! —El chico mintió, era común en las peleas clandestinas hacer apuestas y pagar al favorito para que perdiera y ganará la casa. —¡Tal vez la próxima vez gané! ¡No quiero perder un admirador! —dijo burlón y salió corriendo a la vez que se amarró como pudo un pañuelo negro con bordes naranjas en la frente como una especie de turbante.
—¡Voy a torcerte el cuello pedazo de... !
—¡Eso me lo dicen siempre! —gritó a lo lejos y el turbante se movió rebelde por el arenoso viento.
El ladrón se guardó un par de monedas en los bolsillos y con un par de zancadas avanzó el doble que su perseguidor, el muchacho tenía un rostro atractivo, unos labios delgados, pómulos altos, una fina quijada y una mirada roja que su energía hacia temblar a cualquiera. Vestía unos pantalones holgados negros con algunos parches, zapatillas desgastadas e iba con el torso desnudo cubriéndose solo con un chaleco naranja abierto que evidenciaba su marcado abdomen y sus potentes pectorales que a cualquier mujer derretiría.
Los morados de sus peleas clandestinas se miraban en sus brazos y el estómago, ser un peleador clandestino era un trabajo sucio pero al ser un huérfano criado en las calles era a lo único que podía aspirar. Además a nadie le importaba solo era una rata callejera más en Ágrabah.
El rubio de veintiún años, la misma edad que el príncipe, dobló por un callejón y su agilidad lo hizo correr por un muro y entrar a un balcón así fue subiendo el edificio por los balcones hasta llegar al techo y desaparecer de su atacante. Se asomó por la orilla y vio a su atacante confundido entonces por fin respiró.
—¡Bakugou Katsuki 1, tipo musculoso 0!
Katsuki se felicitó por su escape victorioso. Vago por unas horas hasta que tuvo hambre y fue al mercado a buscar comida, entró a una tienda y pidió Koshari, un platillo de lentejas y garbanzos, mezclados con pasta y arroz y lo acompañó bebiendo té de hibisco, un té rojo que se bebía frío. Mientras le traían su comida llegó un hombre con capucha que se sentó en la mesa frente a la suya. Al ladrón le pareció extraño esa túnica que llevaba pues no había tormenta de arena para que la usará. Rápido asumió que era un forastero.
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ɴᴏᴄʜᴇs ᴅᴇ ᴀʀᴀʙɪᴀ | ᴅɪsɴᴇʏᴡᴇᴇᴋ
FanfictionIzuku Midoriya es el hijo del sultán y esta acostumbrado a ser mimado, agasajado y recibir placeres sexuales de su harem de hombres y mujeres, sin embargo, siente un vacío que necesita llenar. Cuando es obligado a casarse; caprichoso rechaza a toda...