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—y solo debemos remover hasta que quede la consistencia de un pudin —terminó de explicar Renjun a Chenle.

—oh... es muy fácil, creo que lo intentare hacer en mi casa

—¿ayudo en algo? —preguntó Jeno entrando a la cocina.

—¿podrías llevar platos al comedor? El pudin esta casi listo

—esta bien, Chenle, ven a ayudarme

Chenle asintió de mala gana porque él quería seguir viendo a Renjun cocinar. Pero tenía que ayudar a su amigo.

—¿Qué piensas de él? —susurro Chenle en pregunta cuando salieron de la cocina con los platos.

—¿de quien? —preguntó Jeno volteando a verlo.

—de Renjun pues

—oh, pues es un buen chico —sonrió Jeno, Chenle puso cara de pocos amigos.—¿Qué?

—¿no te parece guapo?

—ah, pues, es lindo

—¿yyy...? ¿Solo lindo? ¿No te parece super guapo?

—¿te gusta?

—¡no! Ash, Jeno, lo que quiero decir es...

—lo que quiere decir es que deberías invitarlo a salir —interrumpió Mark completando la oración de Chenle.

—¡eso!

—¿Qué? No, no, él es mi ex jefe —Negó Jeno dejando los platos en la mesa.

—no lo veas como "ex jefe" míralo como un chico lindo cualquiera —comentó Mark acomodando los cubiertos.

—podría hacerlo, pero

—¡¿pero?! No quiero escuchar tus peros, siempre tus peros son Jaemin

—Chenle, también entiendelo, lo que pasó no se supera rápido —Mark intento relajar a Chenle.

—han pasado meses... pero esta bien, no te obligare, pero de verdad, deberías invitarlo a salir

—esta listo, solo déjenme servirles en su plato —dijo Renjun saliendo de la cocina.

Todos se sentaron para recibir el delicioso postre de Renjun. Esta más que claro decir que los disfrutaron cada segundo.

—dios, no puedo creer que sea tan fácil hacer esta maravilla —exclamó Chenle dando su último bocado.

—me alegra que ahora sepas hacerlo —comentó Renjun sonriente.

—Renjun, eres tan amable —alago Chenle volteando a ver a Jeno que estaba desparramado en su asiento por lo satisfecho que estaba.— Jeno, será mejor que vayas a lavar los platos, nosotros llegaremos tarde al trabajo y Renjun debe ir a abrir su local

Jeno se enderezó cayendo de nuevo en la realidad de una persona desempleada.

—ahg... bueno, ahorita recojo —Jeno se paro tomando los platos con flojera y llevándolo a la cocina.

—y... Renjun, ¿qué te parece Jeno?

—nosotros nos tenemos que ir, gracias Renjun por la comida y, ¡Gracias Jeno por tu casa! —Mark tomo a Chenle y se fueron rápidamente, no quería que Chenle le haga un interrogatorio a Renjun y lo asuste arruinando las aportunidades.

Renjun se quedó pensando. ¿Qué le parecía Jeno?
Pues para él era un chico lindo... muy lindo, era diferente a él, nunca se había interesado en alguien con tatuajes, los chicos con lo que salía solían ser normales, sin nada especial ni atrayente. Pero Jeno...

—¿se fueron?— preguntó Jeno asomando su cabeza al comedor asustando a Renjun y sacándolo de sus pensamientos.—¿te asuste? Perdón

—ah, no, no, solo me quede pensando —se excuso rápidamente Renjun mientras Jeno se acercaba a él.— ya es tarde, debo irme

—verdad, tienes que ir a abrir tu local, bueno, gracias por la comida y por acompañarme a hacer las compras— dijo Jeno dedicándole una sonrisa.

—no es nada —Renjun se acercó a la maleta que había traído, rebusco y sacó un mandil.— toma, piénsalo bien, por favor —Renjun le entrego el mandil y tomo su maleta.— adiós, Jeno, ten un buen día

—adiós, Renjun


























































Buenaas
3% de batería = ganas de publicar, ando en clase de boceto :D

Hands | NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora