01

119 14 2
                                    

Otro frío día, Renjun llegó y lo primero que hizo fue prender la calefacción. Se sacó su abrigo cuando sintió el ambiente adecuado y se puso manos a la obra.

Bajo las sillas y limpio las respectivas mesas, luego se dispuso a rellenar la vitrina. Finalmente al tener todo ordenado abrió el local.

Pasaron unos minutos para que llegarán clientes, por mientras él servia o preparaba los postres. Lamentablemente este era un trabajo pesado para una persona, pero Renjun no se quejaba.

—aquí tiene su pastel de tres leches y su café, que disfrute —dijo con una sonrisa para el cliente. Este solo agradeció.

De pronto escucho la campana de la entrada del local, eran tres chicos.

—bienvenidos, tomen asiento, en un momento les traigo la carta —les dijo Renjun.

—¿vendes café? —preguntó uno de ellos.

—por supuesto, pero acompañado con algún postre

El chico asintió y Renjun sonrió. Fue corriendo por la carta para dejarsela a los chicos.

—que lindo lugar, Mark, ¿por qué no nos invitaste antes? —preguntó Chenle tomando asiento.

—no sabia de su existencia, la otra vez estaba caminando y lo encontré, me pareció agradable —respondió Mark.

—vaya que es agradable, además está calentito —dijo Chenle sacándose su abrigo.

—aquí tienen la carta —dijo Renjun dejándo una a cada uno.

—¿no me puedes dar el café solo? —preguntó Jeno.

—no podría porque esto no es una cafetería —respondió Renjun, Chenle y Mark rieron.

—perdonalo, no solemos comer postres, pero queríamos darle una oportunidad, ¿nos podrías recomendar algo? —preguntó Mark y Renjun asintió.

—uhm, para usted podria recomendarle muffins de plátano —dijo refiriéndose a Mark.— para usted, seguro un tiramisu le encantará —dijo esta vez para Chenle.— y para usted, un pie de maracuya, parece que no le gusta mucho lo dulce

—nos encantaría todo eso con un café —dijo Mark y Renjun asintió retirando las cartas y yendo a alistar los pedidos.

—no te gusta mucho lo dulce, ha adivinado completamente —dijo Chenle.

—no es cierto, sí me gusta —respondió Jeno sin mucha gana.

—aja, eres él que menos como entre nosotros tres —respondió Chenle.

Los tres chicos se quedaron charlando mientras esperaban su pedido, sin percatarse de que había una persona que no estaba muy agradado con su presencia.

—y aquí tienen —dijo Renjun llegando con unas charolas y empezar a dejar los postres y cafés pedidos.

—gracias, esto se ve delicioso —respondió Mark.

—muchas gra-

—¡oye, chico! —grito uno de sus clientes interrumpiendo lo que Renjun diria.

—lo siento, muchas gracias, que disfruten —dijo rápidamente Renjun para ir a donde lo llamaban.

—¿trabajará solo? —preguntó Jeno tomando su café.

—no lo sé, pero Dios, esto está delicioso —dijo Chenle tomando otro bocado de su tiramisu.

—Jeno, come tu pie, de verdad está muy rico —dijo Mark al ver que Jeno solo tomaba café.

—sí lo comeré, Mark

Hands | NorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora