La Receta Perfecta

Noches En Paris

Las noches en paris eran muy diferentes a cualquiera en otro lugar de el mundo, aqui reinaba una luz de embriagues, de pasion, la noche a penas comenzaba y los enamorados salian en busca de magia en las calles de paris, Le grand moon era un pintoresco restaurante en la esquina de una de las calles mas famosas de paris, conseguir una reservacion ahi, parecia mas que una tarea imposible, el exito de Le gran moon no era cosa de magia, aquel lugar llevaba mas de 80 años ofreciendo los mas exquisitos manjares a sus mas selectos clientes, el fundador christopher Grey abuelo de Christian Grey heredero de mas que un legado, o un apellido que resonaba en las altas esferas de las mas lujosas cenas, Christian Grey se habia convertido en una estrella de la gastronomia francesa, lleno de perfeccion y control, rodeado de todos los deseos y las pasiones que un joven y atractivo hombre podria poseer, el primero fue la bebida que mas que un vicio se habia convertido en su compañero de cada noche, el cigarrillo y la adiccion al sexo cerraban en un circulo todo aquello que podia destruirlo, pero que el amor por el legado familiar lograba rescatarlo cada vez que caia mas fondo, esa noche parecia como cualquier otra, un miercoles por la noche, el lugar esta repleto y en la entrada una larga fila esperaba ansiosa una mesa, ansiosa de poder degustar las creaciones de el famosisismo don juan de paris, Christian Grey, la cocina era un caos perfectamente organizado, platos salian y ordes entraban con la rapides que Grey demandaba
-vieras al mojo de ajo y fonduo de queso azul con shitaques - exclamo una joven mujer de cabello recojido en color cobrizo, sus labios eran carnosos, y sus ojos verdes reflejaban la hermosura con la que habia sido bendecida, Christian la mira de reojo y volvio a su platillo, que despues de un ligero toque dejo sobre su charola listo para ser entregado, la noche transcurrio con exito, las mesas quedaban vacias, hasta que la 1:00 de la mañana marco en el reloj de lo alto de la famosa iglesia de Sant patricio, las campanadas resonaban y el restaurante casi solo que quedaba, al final de la cocina algo todavia ardia en llamas, pero estas eran muy diferentes a la de las frasas de la cocina, estas se saboriaban de diferente manera, christian incado en sus dos piernas, le hacia ver las estrellas a la joven Genevine que pedia jamas parara con desperacion, despues de regresar a la realidad Christian tomo de su trago de whisky, ella lo mira mientras vuelve de aquel ilidio, no dice nada y sabe que el tampoco es un hombre de muchas palabras, aun asi ella estaba desarollando mas que atraccion por el, el amor estaba llenando cada rincon de su corazon, pero sabia que ese sentimento debia callarse si deseba continuar con El Chef Grey