Capítulo 3

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Ambos, fueron a la cafetería para comer juntos, encontraron una mesa en una zona con sombra. Como un niño, Jimin presumió el hecho de que la tía, quien servía la comida, le dio una albóndiga extra.

—Quizás piensa que eres pura piel y hueso —le dijo su acompañante, mientras alzaba la mano para acariciar el mentón del joven como si fuera un gato.

Jimin, permaneció en silencio. El área donde Yoongi lo tocó quedó con una sensación hormigueante, por lo que no pudo resistir el levantar el hombro para frotarse ese lado del rostro.

Al verlo comportarse como un felino, el fuego en lo profundo de su corazón rugió con mayor intensidad que antes. Su mirada, poco a poco, se desplazó hacia abajo, yendo de su cuello, a su manzana de adán, antes de detenerse en su clavícula, mirando fijamente su pecho como si pudiera ver sus tetillas a través de su camisa. Comenzó a pensar para sí, el joven es muy sensible, así que éstas no deben ser una excepción, de seguro, son tan cautivadoras como él, que siempre captura su alma, causando que su mente esté a rebosar de él y sólo él, deseando poder reclamarlo en ese mismo instante.

Jimin no tenía idea de la clase de pensamientos libertinos que inundaban la mente del hombre. Mientras agarraba sus palillos para tomar un par de bocados, notó que Yoongi no había tocado su comida aún, por lo que levantó la cabeza y preguntó:

— ¿Por qué no comes?

Recuperando la compostura, el aludido, lo miró durante unos segundos más, antes de agarrar sus palillos. Había ordenado pastel de calabaza, algo que usualmente él no pediría, tomando una pieza, intentó dársela al joven.

Éste, primero se negó. Habitualmente, se sentarían uno frente al otro, pero hoy era diferente, estaban acomodados uno junto al otro, el sólo estar al lado del hombre es suficiente para que su imaginación vuele con una serie de pensamientos salvajes e indecentes, plagando su mente, ¿Cómo diablos se supone que deba comer tranquilamente lo que el otro le está ofreciendo?

—Yo no...

—Cómelo, no me gustan las cosas dulces.

Como los labios del joven ya se encontraban en contacto con el pastel, no había forma de que pudiera rechazarlo, por lo tanto, abrió la boca para darle un pequeño mordisco.

— ¿Por qué pediste esto, si no vas a comerlo?

Porque es tu favorito, rebosante de alegría, incluso sus ojos se habían arqueado en una sonrisa. Si, manteniendo un rostro serio era capaz de hechizar a Jimin hasta estar completamente enamorado, no se hable de cuando sonreía, esa sonrisa, atractiva y llena de encanto, sólo le sería revelada al joven.

Cuando éste, estaba maquinando acerca de cómo seducir al hombre frente a él, el otro estaba haciendo exactamente lo mismo.

—Sé bueno y come más —le engatusó.

El muchacho le dio otro mordisco, la textura suave y pegajosa de la calabaza estaba impregnada de un sabor dulce y fragante. Jimin enrojeció, habiendo dejado rastros de saliva, lo había hecho de nuevo, avergonzarse a sí mismo frente a la persona que le gustaba.

—Lo siento, ¿por qué no me das toda la pieza? —Preguntó tímidamente.

Yoongi parecía haber perdido la habilidad de ver y escuchar, mientras devoraba la parte que el otro había mordido previamente, paralizando al joven, al punto de no ser siquiera capaz de continuar lo que estaba diciendo.

Después de que el hombre terminó de comer, le preguntó a su acompañante quien, lo miraba de forma extraña:

— ¿Qué ocurre?

Seducción (Adaptación Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora