Día a día, el clima se estaba volviendo más cálido, al punto de que ninguno de los miembros del equipo en la oficina fue a la cafetería a buscar comida. En su lugar, la mayoría optó por hacer pedidos a domicilio con antelación.
Jimin fue uno de los pocos que fue al café a comprar algo para el almuerzo, por ninguna otra razón salvo pasar tiempo con Yoongi.
Su intención original era acompañarlo a la cafetería, pero justo después de salir del baño fue golpeado por un fuerte dolor de cabeza, pensando que podía estar sufriendo los efectos de una insolación, se sentó y descansó su frente sobre el escritorio durante un rato.
Sintiéndose mal, apenas miró hacia arriba cuando su compañero lo llamó:
—No creo poder ir contigo —le dijo, mientras agitaba su mano —tengo un poco de sueño, creo que voy a descansar mis ojos un rato.
Cuando éste se volvió para irse, el joven se recostó contra la silla para reposar un poco más. A medida que el dolor punzante de su cabeza comenzó a disminuir, suspiró aliviado, al mismo tiempo, se sentía más y más confundido acerca de cómo conquistar a Yoongi.
Aun sintiéndose aturdido, no podía dejar de pensar en él, porque de verdad le gustaba mucho. Adoraba su rostro, su cuerpo, hasta su personalidad, pero el problema es que el hombre es demasiado correcto, por lo que sentía que no podía ser afectuoso, abiertamente, con éste. A menudo se dice de los romances de oficina que ocasionan más daño que cualquier otra cosa...cuánto deseaba estar en una relación, ¿pero, alguna vez, el hombre le daría la oportunidad?
Mientras más cavilaba en ello, peor se sentía su cabeza. Apoyó su frente de nuevo sobre la mesa, su mente todavía llena, hasta el tope, con el rostro del hombre, obsesionado sin esperanza alguna.
Eventualmente, se quedó dormido, mientras más pensaba en el susodicho. Para cuando se despertó, estaba aturdido. A pesar de que el ventilador eléctrico de la oficina estaba encendido, el clima seguía sintiéndose bastante húmedo. Su frente se había empapado de sudor durante su siesta, hasta sus sienes estaban mojadas.
— ¿Estás despierto?
Le tomó un momento darse cuenta de que la voz pertenecía a Yoongi. Girándose, fue recibido por la vista de éste sentándose a su lado, sosteniendo algo en su mano.
Mirando la hora, se dio cuenta de que sólo había dormido durante veinte minutos.
— ¿Por qué regresaste tan pronto? ¿Terminaste de almorzar? —Como acababa de despertar, su voz sonaba nasal.
El hombre sabía que no debía dejar que, en ese momento, su mente divagara en otras cosas, ya que Jimin parecía sentirse mal, todavía. Pero no podía evitar pensar que sonaba adorable cuando hablaba así de suave.
Sintiendo que era un caso perdido por pensar que un hombre era adorable, alzó su cabeza para mirar al joven que descansaba su muñeca al borde de la mesa, su mano colgaba a un lado. Debía admitir que éstas eran hermosas, blancas y pequeñas. Qué espectáculo debe ser contemplar esas hermosas manos tocando el piano. Incluso si no tocaba el piano con esas manos, usarlas para "algo más" también sería bastante...agradable.
Colocando el bolso que llevaba sobre la mesa, Yoongi sacó de él, medicina y crema de avena.
—Come algo, antes de tomar el medicamento.
Jimin era ajeno a que la mirada del otro seguía en su mano.
— ¡Gracias! —Mirando fijamente la caja de medicinas, la volteó para observarla de cerca. Sólo después de examinarla, se atrevió a mirar casualmente al hombre— ¿Cápsulas?
ESTÁS LEYENDO
Seducción (Adaptación Yoonmin)
Hayran KurguDesde hace mucho tiempo, Jimin había anhelado que Yoongi lo follara hasta perder el conocimiento, sin embargo, siempre lo había ocultado, fingiendo inocencia frente al hombre que le gusta. Desde hace mucho tiempo, Yoongi había anhelado follarse a Ji...