Shoyo ha estado recibiendo cartas pero no conoce el remitente, a pesar de ser la persona más cercana a él.
♡Haikyuu
♡Oc masculino
♡Chico x chico
♡Hinata Shoyo
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Cursiva: Recuerdos, pensamientos y cartas.
Negrita: Notas mías (siempre al final).
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Se encontraba corriendo lo más rápido que sus piernas daban, estaba apresurado, tanto que incluso decidió no esperar a Kageyama para hacer una carrera, aunque acabó encontrándoselo en el camino pero lo ignoró por completo.
Luego de cambiarse en la sala del club volvió a correr hasta el gimnasio. Abrió la puerta tan fuerte que un gran estruendo se escuchó llamando la atención de todos sus compañeros.
– ¡Ayuda!
Todos se acercaron al chico preocupados, el profesor y el entrenador aún no había llegado y menos mal, para ahorrarse el show de Hinata.
– ¿Una carta dices? —Preguntó Sugawara mirando el sobre detenidamente.
– Debe ser una, sino que más sería —Respondió Tsukishima con obviedad.
– ¿Será una de amenaza? —Habló el pelirrojo aterrado.
– Tiene un corazón atrás —Mencionó Yamaguchi.
Las managers se miraron entre sí antes de Shimizu acercarse y mirarla.
– Hinata, ¿Puedo abrirla?
– A-así, sí.
La pelinegra abrió el sobre y sacó la hoja, estaba perfumada, a todos les llegó un olor a piña exquisito.
No la leyó en voz alta pero no duró mucho leyendola tampoco, probablemente era algo corto.
– Es una carta de amor.
Todos permanecieron en silencio hasta que cierto rubio se acercó incrédulo.
– Imposible, Shoyo nunca ha recibido una carta.
– ¡Shini!
Todos soltaron una leve risa ante el pequeño chico avergonzado.
El de orbes cafés se acercó a leerla y por lo que entendió alguien le había confesado su amor pero no se atrevía a decirlo de frente así que le estaría mandando regalos y cartas.
– Que afortunado. —Habló Juko rodando los ojos
– ¡Pero yo no quiero esto!
– No sabes quién es el remitente así que no podrás decirle que no estás de acuerdo con esto. —Mencionó Asahi pensativo.
– ¡Disfruta los regalos mejor! —Gritó Tanaka pasando un brazo por sus hombros
– ¡Cierto, Shoyo! ¡No siempre tienes a alguien regalandote cosas y gustando de tí! —Alentó Nishinoya
– P-pero aún así ¡Yo-
– Olvidemos el tema y vamos a practicar, si no quieres los regalos los ignoras y ya.
Ante las palabras de Daichi todos comenzaron el estiramiento y Shoyo decidió dejar la carta a cuidado de su mejor amigo quien no se veía muy alegre ante la situación.
A mitad del descanso Tanaka se acercó al único manager hombre y le susurro al oído:
– Eres muy buen actor.
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¡Buenas!
Sólo vengo a decirte que me gustas.
¡Demasiado!
Eres muy lindo y agradable, realmente estoy enamorado de tí.
Pero soy un cobarde y no me animo a decírtelo de frente.
¡Por eso he recurrido a las cartas!
¡Te mandaré cartas y muchos regalos!
Para demostrarte lo mucho que me gustas.
Y si algún día me animo a decírtelo cara a cara tengas un mínimo interés en mí.
¡Eso es todo!
Hasta luego.
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Llevo un tiempo queriendo escribir otra historia de Shoyo, ya me animé así que voy a esta.
Con la temática de cartas de nuevo, seguiré hasta quemarla por completo.
