28) FOTO

2.4K 226 13
                                    

2/2



La ojicafe afligida justó su frente con la de Valentina, ambas tiritaban, no importaba ese acontecimiento físico no superaba a lo que sentían por dentro:

_ Yo también te dije que te quería, Valentina_ sus palabras arrastraban más dolor que resentimiento_ me dejaste, te lo entregué todo y te marchaste

Valentina aferró con fuerza el agarre de su pechera, rezando porque no lo hiciera, no le apartara y se fuera, no podía permitir que después de volver a encontrarse se marchara, pero fue en vano. Juliana dio un paso hacia atrás y tiró de sus muñecas para que le liberara:

_ Juliana, no lo hagas

Juliana negó con la cabeza mirando dolida a Valentina y dio unos pasos atrás antes de girarse, para regresar a la casa principal. No le resultaba nada fácil, sentía que sus pulmones perdían capacidad para llenarse de aire a cada paso que se alejaba ¿Cómo pudo hacerlo Valentina si tanto la quería? Simplemente le estaba costando alejarse de su vida:

_ Múltiple_ escuchó vociferar a la rubia_ ahora eres tú quien se está alejando de mí

Concluyó la ojiazul dejándose llevar por el llanto, cuando la morena retomó su regreso a la casa. Valentina no estaba dispuesta verla marchar una vez más, fue hasta su maleta toda mojada y rebuscó en los bolsillos, aun temerosa de que hubiera encontrado el anillo, pero no, ahí estaba, arrodillada en el barro sin importar acabar sucia, contempló el objeto circular mientras sollozaba, hasta que fijó su mirada a su lado, zapato de charol sucio por la tierra mojada que pisaba, fue ascendiendo sus ojos por las largas piernas de su poseedora, la rubia se levantó lentamente, hasta toparse con ese café avellana que le hacía perder la cordura:

_ No más juegos Valentina

Advirtió de forma seria, la rubia negó con la cabeza y se lanzó a abrazarla. "Soy un monstruo" le decía constantemente cuando se conocieron, ¿qué monstruo hubiera regresado a sus brazos? ¿Qué monstruo hubiera perdonado sus errores? Juliana pasó su brazos por su cintura, como si se trataran de Rhett Butler y Scarlett O'Hara le besó nuevamente, ascendió una de sus manos hasta llegar a su nuca, mientras sus lenguas se reconocían menos tímidas que el anterior, pero más delicadas que sus otros reencuentros, Valentina se separó unos centímetros y antes de coger aire, emitió un pequeño gemido, los efectos que provocaban las caricias de su lengua, que despertaban las terminaciones nerviosas de toda su anatomía solo con la punta de su lengua en su boca:

_ No más juegos, Juliana

Juliana miró hacia el cielo oscuro, las gotas de agua se deslizaban por cada rincón de su cara, Valentina miró durante unos segundos la lluvia caer:

_ Será mejor que nos vayamos antes de coger una neumonía:

Dijo la ojicafe, Valentina miró el primer lugar en el que podían refugiarse, estando la pequeña cabaña más cercana, olvidándose de la maleta, agarró de la mano de Juliana y corrieron hasta el pequeño lugar, desde fuera daba la sensación de ser viejo y descuidado. Para sorpresa de ambas por dentro era todo lo contrario, rural, pero moderno. Hasta la estufa eléctrica tenía la pinta de formar una chimenea real. Valentina se abrazó así misma:

_ Voy a mirar si hay alguna manta en la habitación

Dijo Valentina con voz temblorosa:

_ voy encendiendo la estufa

La ojiazul asintió e iba para la habitación cuando Juliana le paró y le atrajo para darle otro beso. Valentina curvó la comisura de los labios y cuando consiguieron separarse, para ir en busca de algo con que poder secarse y unas mantas para recuperar algo de calor, en el trayecto guardó su anillo en el bolsillo trasero de su pantalón, cuando entró en la habitación de tamaño medio, según le contó su abuela, su padre iba mucho ahí y la estima que tenía al lugar, puede que el destino hubiera querido que entrara en esa estancia, obligándole a rebuscar en el armario, para toparse con la que posiblemente fuera la única foto que tendría de sus padres, Valentina sonrió, aunque en su fuero interno abundaba más la pena. Su padre, elegantemente vestido con su uniforme, abrazado a una jovencita Lucia, ambos se veían tan enamorados. Sacó un par de toallas y un nórdico grande. Cuando regresó al salón se encontró con Juliana enfrente de la estufa eléctrica, había colocado unos cojines enfrente de la chimenea, las imágenes que simulaban el fuego chispeante resultaba relajador. Se acercó hasta la ojicafe, que le costaba entrar en calor, sí que se habían mojado, no le quedaba ni una prenda seca, le dio una de las toallas y se sentó a su lado:

Lo Que Oculta La Máscara - Juliantina G!p (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora