Lo Que Oculta La Máscara - Juliantina G!p (Terminada)

49) DEMONIO

El día en el parque había sido innovador para Juliana, para que engañarse, sí en antaño había ido un par de veces. Con Bárbara y Ela, con desgana, prefería la tranquilidad y los lugares tranquilos y para nada abarrotados de gente. Nunca había participado como aquel día, incluso se dejó llevar un poco. Fanny, Aiden y ella acabaron picándose en un puesto a ver quién pescaba más pececitos de juguete. Juliana se llevó el llavero de consolación:

_ lo siento cariño_ miró a Valentina_ intenté coger el peluche de Sailor Moon, pero soy toda una patosa en estas cosas.

_ Lo que importa son las intenciones, mi vida

Le quitó la importancia la ojiazul dándole un beso en la mejilla. No quería que se llevara una fuerte decepción ni que se sintiera inútil, igualmente se fue contenta con el llavero que le dio. Aiden consiguió el peluche que quería Alba y Fanny, cogió un enorme peluche en forma de helado, Ela dijo que no quería ninguno, así que el peluche para la castaña:

_ ¿por qué un helado con ojos? _ preguntó Valentina_ que pongan caras sonrientes a la comida lo veo macabro.

_ Cómeme, cómeme...

Dijo Fanny agitando el enorme helado de peluche:

_ Lo cierto es que me apetece uno_ añadió la ojicafe_ ¿vamos a tomar un helado?

_ Siiii

Alabó Alba, ahí la que mejor se lo estaba pasando era la pequeña:

_ Por favor_ suplicó Valentina_ los pies me están matando.

Aiden no es que se convirtiera el hijo ejemplar y cariñoso, pero al menos dejó de ser cortante, incluso bromeó más con Fanny. Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la familia Valdez. Incluso la ojicafe tuvo esperanzas. Michael Valdez estaba en la cárcel, Valentina estaba casada nuevamente con ella, sus rencores con el mundo estaban disipándose, sí, quizás la felicidad estaba cerca, con el nacimiento de ese pequeño ser que estaba de camino, creciendo en el vientre de su madre. Solo quedaba el obstáculo de ganarse a su familia política.

¿A quién le importa lo que yo haga?

¿A quién le importa lo que yo diga?

Yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré

Cantaba Stefan mientras rebuscaba unas cosas en el ático de la mansión Carvajal. Ahí tenía todas sus cosas de cuando fue a la universidad. Se entretuvo cuando encontró unos viejos álbumes de la familia, de sus padres cuando eran novios, sus abuelos, sus hermanos cuando eran chicos. Por casi se le cae las lágrimas cuando vio una foto de Leon y él jugando en la arena de la playa. De su padre con los socios cuando eran jóvenes y a su madre, a su madre con un hombre que no era su padre. Se le hizo familiar. No lo reconoció en un principio, era muy jóvenes, pero su madre para aquella época debería estar casada, porque Leon y Damon ya habían nacido. Se guardó la foto en el bolsillo y siguió con sus quehaceres. Quería llevar las cosas a un mercadillo para recaudar dinero para la investigación contra el cáncer y ayudar a los niños.

La gente me señala,

Me apuntan con el dedo,

Y a mí me importa un bledo.

Llegaron reventados del parque y después de la charla que tuvo Juliana con Aiden. Comenzaría aquella noche. Sabía de Alba, que era muy enérgica, nunca se había fijado las energías que tenía, con razón que fuera un pequeño fideo y que le gustaba hacer teatro, también era muy independiente, desde pequeña aprendió a ducharse sola, a prepararse las cosas para el día siguiente. Y desde que llegó su mamá, llenó su habitación de fotos familiares. Ya no le gustaba que le contaran cuentos, según le dijo a Ela "Ya soy mayor para que me cuentes cuentos" Fue a darle las buenas noches y ¿que se encontró? Una revista cuya portada eran los presentadores de Disney, adolescentes musculosos y melenudos, arqueó una ceja: