Maldito Elevador

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Dinah... -murmure toda adormilada pero abrazada por mi alta compañera de viaje, ella gruño al escuchar su nombre frunciendo el ceño pero con los ojos aun cerrados.

¿Que quieres? -hablo como si estuviera molesta pero con cierta voz ronca- ¿por qué siempre te levantas tan de madrugada?

Dinah, las ocho son de la mañana, no de la madrugada -le di un leve golpecito en su brazo para salir de la prisión que sus brazos hacían- y quiero ir al baño -vi como ella abría un ojo y fue mi oportunidad de hacer puchero.

Pero estoy cómoda así -Volvió a cerrar su ojo haciéndome suspirar frustrada, pero su risita se hizo presente.

Eres cruel, si explota uno de mis órganos, será tu culpa y tendrás que pagar e ir mi funeral -me tambalee un poco viendo su sonrisa de satisfacción al verme molesta, ugh- y tendrás que cargar mi ataúd.

Eres una exagerada -susurro Dinah quitando finalmente sus brazos, rodé como pude fuera de la cama y salí corriendo al baño.

¡Dile eso a mi vejiga! -grite al entrar al baño, en donde hice todo lo que necesitaba, me tome una ducha y me cepille los dientes. Al abrir la puerta me asome un poco, Di todavía estaba acostada- No seas floja y mueve tu gran trasero de la cama -alce una ceja cruzándome de brazos.

Mira quien habla de grandes traseros -se quejó y se puso su almohada en la cara.

No esta grande... -fruncí el ceño un poco y gire un poco para ver mi trasero...- madre mía -susurre girando hacia ella negando con la cabeza.

¿Ya lo viste? -hablo vía almohada- ¡es enorme! -escandalizó con sus manos.

Cállate -me acosté a su lado boca abajo, pero luego recibí un almohadazo en mi cabeza.

Hm, no -dijo con una risita.

Hm, si, respete a sus mayores jovencita -me asome un poco de abajo de la almohada y le saque la lengua.

Que infantil -susurro ella picando mi lengua con su dedo índice.

Infantil tu -arrugue la nariz girando boca arriba, mientras veía el techo con atención me acorde que hoy nos iríamos de Miami- ¿a qué hora sale nuestro vuelo?

Ahmm... No se -susurro rascándose la nuca y me puso la cobija encima, estaba haciendo demasiado calor como para andar usando una cobija en estos momentos así que la empuje fuera de la cama.

¿Cómo que no sabes? -fruncí el ceño y al girar Dinah se cubrió rápidamente con una sabana- ¡Dinah! -le quite la sabana y me levante rápidamente hacia mi maleta, poniéndola en la cama para sacar la ropa que usaría.

Creo que es en dos horas, tranquila Mani -susurro con cierto temor pero se levanto, haciéndome casi reír nuevamente por sus raros bóxers de caricaturas, pero bueno, eso la hacia tan ella- pero bueno, ya voy -tomo su mochila y saco todo, fruncí el ceño al verla y en vez de decirle algo, decidí en mejor irme a cambiar de una vez para salir a desayunar, si que hacia mucho calor en esta ciudad.

Mani, ¿como estará el clima de Texas? -hablo ella un poco fuerte para que la escuchara, mordí mi labio pensando y salí con mi pijama doblada para tener un orden en mi maleta.

realmente no sé, tal vez fresco -dije guardando mis cosas finalmente.

oh bueno -asentía ella mientras estaba guardando sus cosas y saco sus típicos pantalones holgados y una playera de Tupac, supongo que así iba a salir.

¿Estás al cien por ciento segura que es en dos horas?

Si... bueno no, lo siento Mani, no tengo memoria -puso cara de perrito sacando un pequeño libro que parecía ser una especie de sopa de letras.

La hija de BeyoncéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora