Fue esa noche cuando los ojos de Pablo me dejaron atónito.
Aquel magnetismo me mantuvo hipnotizado a su rostro por el lapso de unos segundos hasta que caí en cuenta lo que estaba sucediendo.—por lo visto acostumbras a venir a nadar aquí todas las noches? —dijo mientras que no detenía el movimiento de sus brazos acariciando el agua.
—como lo sabés?
—te he visto varias veces desde las rocas.En ese momento un sonrisa nerviosa se dibujo en mi rostro, nunca hubiese imaginado que Pablo podría haber estado observando cuando por las noches acostumbraba a bañarme desnudo en el mar, intenté cambiar de tema haciéndole preguntas sin importancia y tratando de hacer oídos sordos a lo que me había manifestado tan atrevidamente.
—será mejor que volvamos a la orilla — le propuse luego de haber pasado mas de un cuarto de hora flotando sobre las olas.
—nademos hasta la orilla, el primero en llegar tiene derecho a pedir un obsequio —me propuso entusiasmado.
—que tipo de obsequio?
—no lo sé, algo que sea de valor tal vez.
—no tengo nada de valor en este momento.
—todos tenemos algo valioso para dar, acaso pensás perder?No le respondí y comencé a nadar en dirección a la orilla con todas mis fuerzas para lograr llegar primero, Pablo se deslizaba sobre el agua a gran velocidad y al cabo de unos segundo se adelantó varios metros de distancia, cuando llegué a la costa se encontraba tendido sobre la arena húmeda riendo de forma triunfante.
—olvidé decirte que soy medalla dorada de natación en cuatrocientos metros libres.
—hablas enserio?
—muy enserio, representé a la escuela militar en varias ocasiones — agregó
—sos un tramposo! — dije riendo y me encaminé por la orilla en dirección a las rocas.
—donde vas?
—a buscar mi ropa.
—te acompaño, no me quedaré solo en ésta solitaria playa.—exclamó mientras que al ponerse de pie tomó sus prendas y corrió hasta alcanzarme.
—que bien se siente la libertad, no te parece?
—a que te refieres?—pregunté
—a ésto que estamos haciendo ahora, caminar desnudos en una noche de luna nueva, sin que existiera entre nosotros el pudor, ni la vergüenza, sintiendo la brisa de la noche por todo el cuerpo, libres como cualquier animal que no se viste para vivir.
—se oye contradictorio en un militar hablar de libertades.
—ser militar ha sido un mandato familiar, mi padre es militar, mi abuelo también lo fue, me gusta serlo pero de todos modos estoy en desacuerdo con algunas reglas establecidas.
—el cuerpo de una persona vestida suele parecerte menos interesante?—pregunté mientras seguíamos caminando en dirección a las rocas.
—tengo preferencia por las personas desnudas, una mujer desnuda o una hombre desnudo son bellos por donde se los mire, ya sean jóvenes o viejos, negros, blancos o amarillos, todos somos simplemente hermosos y perfectos.Luego de mantener esa conversación algo inusual, tome valor y me anime a preguntar algo que durante días sentía curiosidad por saber.
—me dirás porque han venido a Puerto San Blas?
Pablo me observó sorprendido, quizás nunca se imaginó que podría interesarme el motivo por el cual los Militares habían llegado al pueblo, se demoró unos segundos en responder pero al final lo hizo.
—lo que puedo decirte es que somos responsables de bregar por la seguridad del país.
—que peligro puede existir en este pueblo perdido? —dije apoyando la espalda sobre las negras rocas.
—muchas veces el peligro está presente y no lo vemos, se oculta, es silencioso. Los grupos subversivos pueden estar en cualquier parte, en el lugar menos esperado, agazapados para poder dar el salto sin que nadie lo notase.
—tal vez, se oculten en el barco encallado en la bahía —dije algo sarcástico.
Pablo sonrió levemente y luego quedó pensativo.
—que sucede, en que pensás? —le pregunté tratando de entender la expresión de su rostro.
—aún me debes un obsequio, no olvides que fui quien llegó primero a la orilla —esta vez la sonrisa se dibujo en su rostro de una forma especial.
—y cual es ese obsequio que quieres de mí —pregunté devolviéndole la expresión.
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"El Paraíso de los Santos Varones "
Romance✅✅✅PRIMERA PARTE ✅✅✅ Cuando Dante llegó junto a su familia al pequeño pueblo de Puerto San Blas, su vida comenzó a tornarse muy distinta de lo que era en la Capital. Conoce a Felix quién se convertirá en su mejor amigo y también a Renato, el nuevo p...