Está historia es parte de un trabajo de mi clase, la cual, me recomendaron subir unas compañeras y bueno- vamos a ver qué sale :)
PD: mi trabajo aquí ya ha terminado! Lamento la demora (es k m olvide X'D)
Volví a despertar y, esta vez fue en un hospital pero aún seguía en el sueño. (...) Me encontraba en una sala de contención con una cabina al costado y un teléfono, el cual sonó enseguida. Lo atendí y se escuchó una cálida voz de una enfermera, la cual me decía que ya era mi turno pero... turno ¿de qué? y ¿porque yo? ¿qué estaba pasando?! . Saliendo de mis pensamientos entraron unos enfermeros con una camisa de fuerza y una camilla. No lo pensé dos veces y vi mi oportunidad de escapar así que empujé la camilla hacia ellos mientras salía corriendo por aquellas puertas. (...) Era todo un pasillo llendo de habitaciones repetidas.
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- Me detuve en una de ellas para observar un poco lo que vendría siendo aquel "hospital". (...) Era una... ¿persona? No, eso no era una persona, más bien parecía todo lo contrario, piel de un color anormalmente amarillo, flaco y alargado, con la espina dorsal muy puntiaguda sobresaliendo por su espalda y sus ojos prácticamente no existían, todo tapado por unas telas blancas manchadas de una forma muy... sospechosa. (...)
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- ¡Ahí está! ¡atrápenlo! - escuché y volví a correr todo lo que pude de nuevo, llegando así a una salida, pero, para mí mala suerte está requería una tarjeta, la que yo no poseía y tampoco tenía vidrio como para romper e intentar pasar por ahí. - Llegaron por mí... de nuevo un final para mí, me habían inyectado un líquido, que me daba mucho calor, al punto de que quería arrancarme la piel, pero era detenido por aquellos enfermeros. Volví a la sala del principio, pero esta vez atado. - (...) Entro una de esas enfermeras seguida por algunos doctores, (...) No pude ver mucho ya que estaba algo mareado por aquella ¿droga? - - conectá la máquina y retenelo bien - - escuché para luego sentir una fuerte presión en mis extremidades y torso. El ruido de una sierra sonó... moverme era inútil, yo solo rogaba por volver a la realidad en la cual mi cuerpo no se encontraba en las mejores condiciones. - (...) Me cortaron una pierna y me pusieron varias inyecciones las cuales ardían horriblemente y por fin pude mirar con claridad. Tenía parte de mi pierna inflamada, estaba solo en un cuarto de rehabilitación rodeado de cortinas, que me impedían ver más allá de mis alrededores. Simplemente caí rendido en la almohada hasta quedar dormido, y volver a despertar.
