Hot Needs // JiRosé

Chapter three

|capítulo tres:|

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¿Satisfechos? Sí, si estaban satisfechos con su paga. Era suficiente para pagar el arriendo del departamento, su universidad y además un par de lujos que no estaban de más. Se lo merecían.

Ahora eran las once de la noche, y ambos se encontraban sentados en la cama, él abotonando los últimos botones de su pijama y ella aplicando crema hidratante por todo su cuerpo. Pero, en la cabeza de ambos rondaban las mismas imágenes, una y otra vez.

-Rosie...¿Crees que debamos ignorar el hecho de que vimos coger a nuestros...jefes?

Rosé sonrió, sabiendo que Jimin no dejaría pasar aquello. Habían esperado encontrar de todo en su primer día de trabajo. Incluso podían decir que esperaban ese trío, pero jamás imaginaron que, cuando abrieran la puerta del despacho de Jin -que era donde retirarían su pago- encontrarían al castaño tan ensimismado en besar los labios de un moreno, y en penetrarlo tal como si fuera un lobo en celo.

Decir que Namjoon no era un suertudo, era una vil mentira. A su vez...¡Demonios! El moreno de grandes músculos...era el pasivo. ¿O quizás eran versátiles?

Al final, Rosé carcajeó, no solo porque cuando conoció a Seokjin creyó que era más hetero que la palabra misma, sino que también recordaba el poema que era su novio cuando vio lo mismo que ella. Sin duda, aquella sería una anécdota para contar más adelante.

-No, no debemos olvidarlo jamás. Al contrario, deberíamos pedir que nos suban el sueldo. Esperamos una hora entera como estúpidos.

-Debimos interrumpirlos.-comentó con el ceño fruncido.-Pero dejando ese temita de lado.-Park puso su carita pervertida y se acercó al oído de la menor.-¿Te duele el culo, nena?

-¡Jimin!

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A la noche siguiente...

-Un millón...-murmuró viendo la pantalla que Kim le mostraba.-Este es el punto en el que dices que somos tus estrellas y nos subes el sueldo, ¿No?

Namjoon carcajeó y negó, estando a nada de darle un sopazo al rubio por su avaricia.

-No todos los días se llega a un millón de vistas en veinticuatro horas, y menos si de principiantes se trata.-el moreno se recostó a su silla y cruzo sus piernas.-Pero talvez solo fue suerte, así que antes de subir el sueldo, tendrán que trabajar un poco más duro.

-Por eso no se preocupe. Seguiremos trabajando.-sonrió la pelirroja, aún sorprendida por la reciente noticia. Pero también con una dosis de incomodidad. Ese tipo de incomodidad que te hace querer reírte cada vez que vez a cierta persona. Podía apostar su rubio cabello a qué Jimin también retenía una carcajada que sin dudas soltaría una vez salieran de la habitación, si no es que se le escapaba antes, frente a Namjoon.

-Ahora vayan con Jang, el ya tiene el “libreto” -hizo comillas con sus dedos mientras guiñaba.-de lo que harán.

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La habitación de la noche anterior era un ambiente más casero, con sábanas blancas y las luces en su más amplio esplendor, esta nueva habitación era... totalmente su antónimo.

Las sábanas eran negras, y eso a Jimin le emocionaba, porque sabía que harían el contraste perfecto con la piel pálida de su novia. Las luces eran rojas, en una tonalidad que permitía ver lo justo y necesario, las paredes, estaban totalmente tapizadas con frases, algunas de músicas. Jimin pudo reconocer ciertas notas de las canciones de Doja Cat. Y eso, solo volvía el ambiente más excitante.