II

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Desperté, no recuerdo en qué momento me dormí, quizá después de limpiar toda la casa, en realidad eso es lo de menos. Después de despertar completamente me di cuenta que el joven Na está lado mío, sin vestimenta por la parte de arriba, quien sabe la parte de abajo. Al momento de verlo inmediatamente vi hacia otro lado, mis padres me educaron bien, y me enseñaron que no podía ver a alguien desnudó antes del matrimonio. Aunque el técnicamente no está desnudo, quiero suponer.

Me levante de la cama y fui al mercado, no quería que el joven Na se enojara al no ver comida en la mesa. Una vez acabando de comprar las cosas camine a casa, estaba pensando en que iba a hacer y como lo iba a hacer. Dejando de lado eso, espero que Jaemin no esté despierto, me mataría si lo estuviera.

- ¿Donde estabas? - Me miró enojado, me sobresalte al verlo, no había notado su presencia. - Respóndeme! Te pregunte que donde estabas!

- Estaba en el mercado comprando las cosas para hacerle de comer, joven Na.. - musité en voz baja, tenia miedo, recién lo conozco y ya me daba miedo, bien ahí Gaeul.

- Está bien.. Pero a la otra deberías avisarme a donde vas, no importa si estoy dormido o lo que esté haciendo, no quiero que salgas sin yo saberlo, ponte a hacer de comer, que tengo hambre - Suavizo la mirada y rápido me dirigí a hacerle su almuerzo.

A mi parecer lo hice rápido, solo quería que ya no estuviera enojado. Recordé que el día de mañana era la boda, debía de buscar mi mejor prenda y esperar su aprobación, pues según él esposo debe de aceptar tu atuendo el día de la boda.

- ¿Tú no vas a comer? No quiero a una esposa desnutrida - Hablo mientras soplaba la sopa que le había hecho, pues estaba caliente.

- Comeré después de usted - Otra vez siguiendo las reglas que mis padres me habían enseñado, y no es que me gusten, si no que quizá Na va a decirle a mi padre que no lo respeto, no, no, con tan solo de pensarlo me estremecí.

- Mira, en esta casa vas a comer al mismo tiempo que yo, no me gusta comer solo - Simplemente asentí - ¿Que esperas para servirte eh?- Dijo al ver que no me movía.

Rápidamente agarre un plato de los cuantos platos que mi mamá me dijo que me trajera y me serví la sopa, una vez Jaemin termino esperé a que se fuera, y así lo hizo. Recogí la mesa, una vez terminado todo decidí sentarme un rato, después de todo siento que me merecía.

- Gaeul, al parecer no sabes las reglas de esta casa, así que te las dire. Número uno, si vas a salir algún lado me tendrás que decir, no importa lo que esté haciendo, tú me tienes que decir. Número dos, tienes que comer cuándo yo estoy comiendo, ya te dije que no me gusta comer solo. Número tres, me gusta que la comida esté hecha cuando yo esté despierto y cuando regrese de trabajar, en la mesa te dejaré el dinero a partir de el lunes, por ahora estos días estaré en casa todo el tiempo, por lo que no será necesario dejarte dinero, si quieres dinero en el momento que me pidas permiso para salir te lo daré, siempre y cuando sepa para que es el dinero. Esas solo son unas cuantas, ahora hay que ver lo de la boda, recuerda que yo tengo que aprobar tú vestimenta.

Una vez terminó de decir eso me paré y fui a buscar la dichosa prenda, agarre lo más nuevo que tenía, me lo puse y me dirigí a la sala. El joven Na notó mi presencia y rápidamente se levantó de la silla, me inspeccionó con la mirada rápidamente.

- Muy bien, este está perfecto, me gusta y le queda a tu figura, este será. - Me agarro de la cintura y me sobresalte, no espere a que hiciera eso - Mhm, me encanta.

Una vez me soltó me dirigí otra vez al dormitorio y me cambie por la ropa que tenía antes. Ya estaba oscureciendo, mi parte favorita del día, pues es cuando empieza a salir la bella luna, verla me da paz, me hace olvidarme de mis problemas.

MOON || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora