IV

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Desperté e hice la rutina que había estado haciendo estos días, la cual era despertarme, hacer el desayuno y quedarme en casa haciendo nada.

Hoy tocaba lavar ropa, lo que significa que tenía que acabar más rápido todo y a esperar que no terminara por la tarde-noche. Esta rutina se está volviendo cansada, nunca puedo salir sin tener que pedir permiso, tengo que tener la comida echa cuando Jaemin llegue, dios, llega a ser agotador, aunque quizá suene un poco exagerada es la verdad.

- Mm.. Señor Na, hoy voy a lavar la ropa, ¿me daría el permiso de salir de casa?

- Bien, si no estás aquí para cuando yo llegue de trabajar tendrás problemas, y muchos.

- Si.. está bien, yo estaré aquí para cuando usted regrese - Mientras decía todo lo anterior asentía, una vez se fue al trabajo agarre las prendas y fui al río.

Ahí me encontré con una señora de 40 años aproximadamente, la cual se veía muy amable.

Pasó el tiempo y la señora y yo empezamos a platicar, de cómo se sintió cuando la comprometieron cuando tenía mi edad y como se pudo acostumbrar, también hablamos de más cosas, para cuando termine de lavar la ropa ya había oscurecido, en realidad ya había terminado, pero me la estaba pasando bien con la señora que me puse a ayudarla.

- Y cuéntame, tus padres con quien te comprometieron?

- Oh, con un joven llamado Na Jaemin, tiene como 20 años, creo.

- Ya veo, yo conozco a la señora Na, es muy buena persona. Bueno, me agrado pasar tiempo contigo niña, me tengo que ir, ya oscureció.

- Hasta luego..

Partí camino a casa rápidamente, no podía llegar más tarde de lo que ya lo iba a hacer. Una vez llegue entre y ahí estaba el joven Na, sentado en el sofá como si me estuviera esperando.

- Que bonitas horas de llegar, eh. Te dije una cosa e hiciste lo que quisiste, luego no me preguntes porque soy duro contigo.

- Lo siento.. me entretuve platicando con una señora, por favor discúlpeme, no volverá a pasar.

- Acaso te pedí explicaciones!? Y por supuesto que no volverá a pasar! - No esperaba para nada que gritara, supongo que tengo la culpa al desobedecerlo. - Tú único trabajo es obedecerme y ni eso puedes hacer, que inútil! - Tenia miedo, jamás alguien me había gritado así de feo. No se en que momento empece a llorar, si, estaba llorando, una desventaja de ser muy sensible.

- No llores, ven siéntate - Señaló su regazo, no tenia de otra más que obedecer si no quería que se enojara otra vez - No me gusta gritarte, solo que tienes la culpa - Me limpio las lagrimas y acaricio mi mejilla - Ahora te vas a parar y vas a hacer la comida, entendiste? - Asentí - Muy bien, linda - Dio un ligero beso en mi mejilla antes de que yo me parara.

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siento no actualizar en mucho tiempo, simplemente no tengo inspiración para continuar la historia, por lo que la pondré en pausa hasta que ya me salgan mas natural los capítulos y no forzarme a acabarlos :)

MOON || Na Jaemin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora