Stafford House, Londres. Finales de 1865.
Desde que era pequeño, Walter no se podía imaginar ni una noche alejado de su hermano Colin.
Era una rutina. A pesar de que ambos tenían habitaciones separadas —y muy alejadas, cortesía de sus padres—, era tácito reunirse cada noche y dormir juntos. A veces, durante las noches buenas, Colin solía contarle alguna historia extraña que había leído en la biblioteca, cuando Walter aún no sabía leer. Otras veces, durante las noches malas, solo se mantenían en silencio, pero durmiendo uno cerca al otro. Cissy se reía a veces, diciendo que los varones no deberían hacer eso, pero era callada siempre por Nannie. Colin nunca dio su opinión sobre el tema. Tal vez lo sentía natural, al igual que Walter. Pero a quienes les molestaba el asunto era a sus padres.
No había día en su memoria en que no presenciara un comentario agresivo sobre sus hermanos mayores. O una mirada asqueada de sus padres a Colin. O un puño sobre el rostro de su hermano John.
Cuando era más pequeño, Walter pensaba que era normal ver a un padre castigar a su hijo. Tenía una edad aún tierna, en la cual le era difícil discernir, y su madre solía decir —y aún lo solía repetir para sus hermanas menores— que John se merecía todo los castigos que sus padres le podían dar. John era un mal hijo, una deshonra al clan Campbell y su padre lo estaba ayudando a mejorar. Nannie, su inteligente hermana mayor, le explicaba siempre que no era así, que sus padres solo eran seres crueles por naturaleza.
No fue hasta que tuvo ocho años cuando lo entendió por completo.
Los cuatro hermanos estaban cenando. Siempre lo hacían juntos, y con John también, pero él estaba ausente. Se suponía que estaba en una "charla" con su padre en el ático después del alboroto en el Parlamento. Pero Walter no era tonto, sabía lo que ocurría allí. No en vano se abrazaba tanto a Colin últimamente al dormir. Si no lo hacía, estaba seguro que tendría pesadillas por los gritos nocturnos.
Fue entonces cuando su padre llegó al comedor. Estaba jadeando y su cabello rojo, que siempre estaba pulcro, se extendía anormalmente. El hombre solo los miró por unos segundos, como si estuviera leyendo hasta su más profundo secreto. Intimidó a Walter y él solo pudo encogerse, queriendo ser invisible por ese momento. Trató de transmitir ese pensamiento a Colin y lo tomó discretamente de su chaqueta para llamar su atención, pero no sirvió. Colin no desvió la mirada y siguió viendo a los ojos de su padre.
El hombre no fue ajeno a ese comportamiento y lo enfureció más. Se acercó rápidamente hacia Colin y le dio un duro golpe en el rostro. Fue tan violento que envió a su hermano y a la silla donde estaba al suelo.
Walter no pudo evitar gritar. Miró con horror a su padre, quien en ningún momento alejó la ira, el odio, de su mirada. Inmediatamente trató de arrodillarse junto a su hermano, quien sangraba por la nariz, pero fue impedido por su nombre siendo pronunciado por la gélida voz de su padre. Lo hizo temblar y Walter se irguió de inmediato, con la vista fija en el pecho de su padre, incapaz de ver su rostro.
—Fuera —ordenó con voz imperiosa—. A tu habitación.
Aún asustado y paralizado, solo reaccionó cuando Nannie, sentada a su lado, lo empujó suavemente. Tanto ella como Cissy también fueron despedidas del comedor. Se quedaron Colin y su padre.
Esa noche no durmió mucho. La habitación desconocida para él solo era como un pozo sin final, en el cual caía infinitamente. Muy en serio quería salir y dirigirse hacia su hermano, pero temía lo que su padre podría hacerle a sus hermanos o a él. Así que solo esperó el amanecer, orando a Dios y pidiendo que la vista que lo recibiría en la mañana no fuera grave.
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Los hermanos Campbell
Fiksi SejarahLord Walter Campbell, cuarto hijo de los Duques de Argyll, no ha conocido la calma desde que nació. A sus 8 años de vida, el único momento en donde puede sentirse seguro es cuando está junto a sus amados hermanos. *** One-shot ambientado en la época...