VI. Derribándolos

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Lara Malfoy

(Aeródromo privado Malfoy, Moscú)

La imagen se repite una y otra vez en mi cabeza.
Como un maldito bucle.
Y es que ¡¿cómo no me dí cuenta?!
Mi amiga estaba secuestrada.
Habíamos pasado las fiestas de fin de año peleadas y no le dí la importancia debida a su silencio.
Pero cuando el teléfono que usamos para asuntos de la Bratva empezó a vibrar no me imaginé que me traería estas noticias.
_¿Qué?
_dijo que ibais a pasar las fiestas juntas, ¿Por qué no me lo dijiste?
_cuando nos peleamos ella dijo que iría a su casa.
_Luka y Vera tienen su ubicación. Tienes que venir ya mismo, vamos a sacarla de donde sea que esté pero sé que ella no confiará en nadie más que no seas tú.
_yebat (mierda)
Con todo lo que había pasado entre ellos eso era de esperarse.
_sube a un taxi, no digas nada a nadie. Deja que los chicos se diviertan
_bien
Y así como lo hago en mi casa me escabullí hasta la salida e hice lo que mi hermano dijo.

...

Ella estaba ahí.
Con el labio partido e hinchado, el cabello revuelto y llena de moretones.
Rose Scamander estaba aquí
_Rosie...
Le quité la mordaza que lastimaba sus bellas facciones
_sabia que vendrías...
Sus bonitos ojos brillaban con las lágrimas.
Su voz quebrada y en susurros me hizo ver lo asustada que estaba.
Quité las amarras e intenté ponerla de pie cuando me dí cuenta que tenía el tobillo hinchado y ensangrentado.
_¿Que te hicieron?
Tenía ganas de destrozar a quien dañó a mí amiga.
_ tienes que sacarme de aquí, ella vendrá. No podemos... Lara por favor, sácame de aquí
_calmate Rosie, todo está bien y...
_Lara, salgan de ahí ya. Hay movimiento cerca, creo que hay policías movilizandose.
La advertencia de mi hermana me hace actuar rápido.
_¿Crees poder caminar Rosie?
_me mata el tobillo.
Guarde mis armas y decidí actuar.
_okay, voy a cargarte ¿si? Solo sujetate de mí.
No espere a que estuviese lista. Simplemente me la subí a caballito.
Bajé todo lo más cuidadosamente que pude.
Si teníamos que salir pitando más le valía a Scorpius no estar haciendo ninguno de sus numeritos gloriosos.
Bajé rápido y toda la guardia me esperaba.
_ya te estabas tardando, vámonos.
Scorpius me quitó a Rose de encima y la metió en el mismo auto que nosotros.
No demoramos ni diez minutos cuando el auto ya había dejado atrás la puñetera casa.
_Rose tiene herido el pie
_madame Pomfrey la curará
Rose estaba callada, como en trance.
Respiraba muy rápido. Como si la persiguiesen.
_Rose, dinos lo que pasó
Scorpius era lo más suave posible con ella.
_solo llevenme lejos...
_vale, tranquila. Nosotros nos encargamos.
...

Por lo poco que habló supe que en Europa no estaba segura.
Conocían de nuestras propiedades en Alemania e Inglaterra.
La creían parte de mi familia.
Y si el daño era para nosotros entonces había que asegurarse de que estuviese lo más segura y lejos posible.

Un par de semanas después...

Esos imbeciles si que me han subestimado.
¿Pensaron que no me daría cuenta de que estaban siguiéndome?
Tal vez antes de que todo esto suceda lo pasé por alto pero ya no más.
Si habían ido a por mi amiga, nada me aseguraba que yo no estaba bajo la mira o alguno de mis hermanos o primos.
La gente del mundo en el que hacíamos negocios intentaba a toda costa joder los de mi padre y en Alemania no se quedaban atrás.
De alguna forma trataban de llegar a nosotros porque sabían que eso los volvería locos pero ninguno de nosotros es tonto.
Sabemos cuidarnos.
No somos solo una cara bonita, estamos formados para ser peligrosos también.
El caso es que se han metido con mi mejor amiga y por todo lo que me ha dicho, la han confundido con Lily.
Y tal como dijo mi hermana, el objetivo desde el principio era mi prima.
Lo primero que hice fue demasiado evidente.
Toda la escolta femenina de un día para otro se volvió pelirroja y quien sea que estaba al acecho dejó de mostrarse.
Y ahí empecé a pedirle ayuda a mi hermana con las cámaras de seguridad del campus.
_en el registro hay dos tipos que no son de la facultad cerca del edificio de los dormitorios.
_y siempre están detrás de vosotras. Ahí te envío el reconocimiento facial que hice.
_esa es mi chica.
La escucho bufar en el teléfono.
_a veces hablas como Scorpius.
_la costumbre querida
_no voy a discutirte eso, a veces me escucho igual que Luka. Pero bueno, te dejo. Voy a avanzar con los deberes de la escuela
_vale
Al revisar los rostros que mi hermana me envió los identifiqué de inmediato.
Ese par trataba de invitarnos a salir en cada oportunidad.
Y cada video que revisaba lo dejaba más claro.
_ay cabrones, no saben con quien se han metido.

...

_voy a dar un exámen práctico en una hora. Apagaré el teléfono pero cualquier cosa que pase déjame un mensaje
_vale, suerte en el examen
_no la necesito pero gracias igual. Te llamaré más tarde.
No dejé que mi hermana diga más y terminé la llamada para apagar mi teléfono.
Tenía que hacerlo ahora o nunca.
Esos cabrones eran los últimos que faltaban.
El par que merodeaba el campus había soltado la lengua en cuanto los atrapé y les hice una pequeña visita.
No esperaba que fuesen más.
Pero debía imaginarlo.
Para retener a Rosie en esa casa habían al menos diez hombres.
¿Quien se tomaría tantas molestias si el móvil fuese solo dinero?
Iban a por un pez más grande.
Y es hora de pagar.
Mi auto estaba listo para salir.
Caminé tranquilamente sin levantar sospechas.
Vi a lo lejos a mi hermano junto a sus compañeros.
Me dió un guiño como cada vez que nos veíamos a lo lejos y correspondí a su gesto.
Era nuestra señal para decir que todo estaba bien.
Me subí al auto y en cuanto estuve lejos del campus enfilé a la autopista más cercana a donde tenía mis cosas escondidas.
Me había asegurado de que el lugar estuviese lo bastante alejado como para llegar.
No iba a a correr el riesgo de que descubran mi armamento en la habitación del campus.
Al llegar a mi escondite ya estaba lo bastante oscuro como para usar algo llamativo, cambié mis ropas por el atuendo negro que usaba habitualmente para los trabajos de la Bratva.
El negro servía bien para camuflarme en el atardecer y más entrada la noche.
Me até el cabello y tomé mi arma de largo alcance además de un revólver pequeño.
Puse en marcha la camioneta de alquiler que tenía en el escondite.
Sabía de sobra que esos estúpidos esperaban un cargamento importante cerca del acantilado de Riazán.
Aunque tardé bastante en obtener la información, valió la pena quebrar algunos huesos, quitar un par de uñas y mostrarles los dos pares de ojos de sus compañeros, cortesía de Scorpius.
Aunque él no entendió exactamente para qué los quería.
No tardaron mucho en aparecer.
Se veían ansiosos.
Esperé a que uno de ellos se alejara.
Bajé lo más silenciosa que pude y apunté.
El cuerpo del primer tipo de desplomó al instante.
Tuve que moverme un poco más adelante para poder apuntarle al otro tipo.
Era más robusto que el primero.
Si éste se daba cuenta iba a tardar un poco más en derribarlo.
No tardó mucho en volver.
Lo vi mirar en mi dirección con sospecha.
_Yebat (mierda)
Era ahora o nunca.
Estaba a punto de apretar el gatillo cuando salió corriendo hacia donde estaba el cuerpo de su compañero.
Lo escuché gritar algo en italiano pero no podía entenderlo a esta distancia.
Escuchaba sus voces.
No estaba muerto.
Ya no me importaba esperar más.
No tengo mucha paciencia cuando algo me sale mal.
Me importó poco que me vieran o no.
Empecé a disparar en la dirección de ambos y el segundo tipo también cayó.
Pero eso no me detuvo.
Volví a disparar un par de veces más.
Cuando me acerqué pude comprobar que ambos tipos estaban muertos.
Era momento de ir a por la causante de todo esto.

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