Capítulo 5

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Escrito por: sweetlolixo

Traducido por: peoniesforLan

Un día antes del decimoctavo cumpleaños de Lan Zhan, Wei Ying se despierta con el corazón pesado. Se sienta en su cama y entrecierra sus ojos por los fuertes rayos de sol que se filtran por la ventana, pues son demasiado resplandecientes para Wei Ying. Todo se siente justo como él.

Wei Ying se frota los ojos y se levanta para lavarse. Son las nueve de la mañana y Wei Ying siente que el muro de espinas que él ha creado con su propia sangre se abre para darle la bienvenida a alguien que ya es parte de Yiling.

Lan Zhan está aquí.

Wei Ying se apresura a ponerse sus túnicas y a recoger su cabello frente a su espejo. En su pelo aún quedan las ramitas y las flores que los trols jóvenes colocaron en su cabello mientras dormía.

Wei Ying escucha con claridad cada paso que Lan Zhan toma de camino a la cabaña. Por lo tanto, antes de que Lan Zhan toque la puerta, Wei Ying la abre con el ondeo de su mano.

Wei Ying camina hacia la puerta para saludarlo a pesar de que aún le quedan flores en el cabello.

—Traje desayuno —es lo primero que Lan Zhan le dice con una cesta en mano—. ¿Comiste?

Lan Zhan lo mira directamente a los ojos. Ya casi tiene dieciocho y ha crecido abismalmente en estos últimos años. Lan Zhan es ahora un poco más alto que Wei Ying y sus hombros son más anchos. Él continuará creciendo, y será más fuerte y alto con el pasar de los años.

—Ya casi eres un hombre grande y fuerte—Wei Ying dice antes de extender su mano para desordenar el cabello de Lan Zhan—. Ya no eres un bebé.

Los ojos de Lan Zhan se ensanchan de la sorpresa. Desviando la mirada, dice—: Te dije que no sería un niño para siempre.

—Sí, mi pequeño A-Zhan —Wei Ying empieza a molestarlo, extendiendo su dedo para tocar la punta de su nariz perfilada—. En efecto, eres un galante príncipe.

Galante. Lan Zhan hace lo posible para que Wei Ying no vea el rubor en sus orejas, así que mira hacia abajo— Tal vez uno podría decir que soy...—lo que dice a continuación es con una pizca de vergüenza—apuesto.

Wei Ying finge estar escandalizado—Jovencito, ¿ahora quieres escuchar cumplidos? Se supone que los príncipes no sean ni vanidosos ni engreídos.

La expresión de Lan Zhan decae al notar que Wei Ying no mordió el anzuelo—C-claro, por supuesto. Yo... yo solo quería escuchar...

—Eres mi adorable y guapo muchachito —Wei Ying dice mientras se ríe y deja entrar al joven. Lan Zhan trata de no verse tan malhumorado al entrar. Wei Ying cierra la puerta de inmediato, como si tuviera miedo de que Wen Ning y Wen Qing los estuviera espiando (conociéndolos bien, seguramente ya lo están haciendo, o lo harán)—Hoy llegaste temprano. ¿No deberías prepararte para el gran día?

—Pronto voy a morir —Lan Zhan le dice, sintiéndose deprimido porque sigue malhumorado por lo que acaba de pasar. Coloca la cesta de comida en la mesa y dice—¿De qué vale prepararme?

Wei Ying se tensa por un momento hasta que nota que los labios de Lan Zhan se curvan un poco hacia arriba. El mocoso lo está molestando, Wei Ying se percata.

—Te has puesto muy cruel, A-Zhan —Wei Ying se queja—. Esto es obra de tus tres tíos. ¡Definitivamente no es obra mía!

Lan Zhan solo contesta con un "mn" antes de sacar el pan y los pedazos de carne que había comprado para el desayuno.

у тú мe αмαráѕ (cσмσ lσ нιcιѕтe υηα νez eη υη ѕυeñσ) ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora