One shot de Jaune-Multiverso/Historias/ideas

Una lección de seducción

 

Ruby pasó su mano, una mano ligeramente húmeda a decir verdad, sobre la tela del equipo jnpr... no la de Jaune, el sofá de Jaune.

Tuvo que recordarse a sí misma que él seguía siendo su mejor amigo y el tipo que la había acompañado a través de toda Anima y la mayor parte de Sanus o saldría corriendo. Y ella no era cobarde. ¡Era una mujer fuerte e independiente! ¡Ella sabía lo que quería!

Simplemente no estaba segura de si… cómo conseguir eso.

A pesar de que él tenía más o menos la misma edad, a veces ella lo olvidaba. parecía mucho mayor ahora después de... Pyrrha

Después de todo, todo estaba en los ojos. Podía ver esas sombras que a veces luchaba a la deriva a través de sus ojos azules. Sabía lo que significaban esas sombras, las había visto en su padre justo después de la muerte de su madre ya veces también las veía en los ojos de yang, no soportaba verlas también en los ojos de él.

 Ella podría hacer esto. Dales a ambos algo para ahuyentar las sombras por otra noche.

se volvió en el arroyo de la puerta para ver una silueta. Su áspero suspiro rompió el silencio. 

Jaune detuvo su mano sosteniendo la puerta abierta. "Deberías irte, Rubí". murmuró sonando derrotado, "Estoy demasiado borracho o demasiado sobrio para esta conversación esta noche".

tragó saliva mientras se levantaba. Jaune se adelantó, una ligera inclinación en su paso le mostró que tal vez estaba demasiado borracho para esto. "Wow", dijo girándose para seguir mirándolo mientras él se dirigía al fregadero. “Creo que nunca te había visto así. ¿Cuál es la ocasión?"
Se encogió por lo necesitada que sonaba. Eso no la llevaría a ninguna parte con un tipo como él. Tendría que mejorar su juego.

"Solo relajándome", dijo Jaune sobre el ruido del grifo. “En un ambiente más… adulto.” Se llevó la copa a los labios y Ruby se encontró con los ojos fijos en la columna de su garganta. "¿Rubí?"

forzó una sonrisa en sus labios mientras caminaba hacia él para apoyarse contra la pared. "Deberías haberme invitado entonces". Empezó a cruzar los brazos sobre el pecho, luego los obligó a bajar y terminó pasándolos por las costillas y las caderas. 

Eso no debería verse tan mal. 

"Sabes que no soy estúpida", comenzó Ruby cuando vio que sus ojos seguían el camino de sus manos. Eso le dio la confianza que necesitaba para continuar. No era inmune. No completamente de todos modos. “Veo cómo me miras. no soy un niño amarillo”

Jaune medio se atragantó con lo último de su agua. "Ruby eres", respiró hondo por la nariz, "¿estás tratando de seducirme?"

La intensidad de su mirada hizo que su corazón se acelerara. "¿Está funcionando?" preguntó en un susurro entrecortado.

Sus ojos se posaron en sus pechos. Este. Esto ella lo sabía.
O eso creía ella hasta que él le dio la espalda. "Realmente no." Ruby se puso rígida pero afortunadamente el sonido del grifo cubrió el sonido de indigencia que escapó de sus labios. 

“Ese tipo de cosas podría funcionar con algún chico púber”, dijo, obviamente sin incluirse a sí mismo en esa categoría. “O tal vez algún hombre mayor que solo piensa con su pene”. Ruby parpadeó ante el crudo término, un poco sorprendida. "Pero mi querida señorita Rose", dijo con un aire de madurez y sofisticación que ella nunca había visto en él, una sonrisa arrogante que era completamente nueva pero que parecía tan natural en su rostro. “La seducción es un arte. Tiene un ritmo, y el tuyo está… apagado”. Terminó de encogerse de hombros y dejó de intentar encontrar una palabra elegante para lo que ella estaba haciendo mal.