Cap 18

76 5 0
                                    

Capítulo dieciocho
Junio de ese mismo año*[Imaginense el que quieran].

8 meses de embarazo.
Una tarde entre amigos.

Ochaco estaba casi por explotar o tal vez sea yo exagerando pero estaba muy cansado se que si yo me sentía cansado de cumplir todos sus caprichos y de no dormir nada imagino que se sentirá peor... cambios de humor, dolor de cuerpo etc tenía los senos mucho más grandes que lo normal, algo que no me molestaba su cabello estaba más largo ella estaba más grande, el doctor nos dijo que serían dos mellizos varones fue una sorpresa para nosotros Ochaco casi se desmayaba al igual que mi padre quien nos había acompañado al último ultrasonido que tuvimos yo acariciaba su barriga le hablaba y la besaba le decía a la castaña lo hermosa que estaba aunque no se sintiera así.

-Ochaco, traje lo que me pedí-Corte la oración al verla en el suelo de la cocina.

Literalmente robando comida del refrigerador nos quedamos viendo por unos segundos luego solté una cargada al igual que ella seguido de la mía luego empezó a llorar en el segundo yo con seriedad me acerqué con rapidez a ella la cargué llevándola hasta el sillón entrándolas sobre mis piernas.

-¿Que sucede?-Pregunte.

-Me da mucha hambre con el embarazo y no puedo controlar mi ansiedad- Decia llorando.

Yo acariciaba su barriga.

-Ochaco, es normal, estás cargando a dos seres vivos tu sola y piden a gritos comida, esta bien al menos no son niñas pero se parecerán a ti- Bromeé al final.

Me dio un leve empujón molesta frunciendo el ceño luego sonrió burlona por que aunque lo niegue también le causó risa, nos quedamos así por un buen rato ella comía Mochis quería coger algunos pero no me dejaba después del embarazo se volvió celosa con la comida hasta que se sentía mal y me compartía de poco a poco eran pocas las veces que eso pasaba para la próxima comprare dos cajas de mochis pensaba yo.

La tarde pasó nuevamente recibí una llamada suspiré.

-¿Cuantas han sido el día de hoy?-Pregunto con la boca llena preocupada.

De nuevo suspiré con frustración mientras el celular sonaba, miraba la pantalla dudando si contestar o no.

-Quinta vez en el día-Respondí-Está vez es Bakugo-

-Contesta, a lo mejor no ha de ser nada importante- Dijo.

-Puede ser- Dije con pesadez.

Tome la llamada poniéndolo en alta voz.

-MALDITO PUTO POR QUE TARDAS TANTO EN COGER LA PUTA LLAMADA- Gritaba el.

Ochaco frunció el ceño.

-Por que está con su esposa embarazada de ocho meses maldito Katsuki de mierda- Dijo molesta.

Abrí los ojos sorprendido cuántas groserías en una sola oración difícilmente las decía hubo un silencio por unos segundos a través del teléfono sonreí divertido.

-Maldita perra, no te llame a ti llame a mitad y mitad cara redonda-

-¿A quien le dices cara redonda hombre con bubbies? Rubia teñida-

Empezaron a atacarse uno al otro sonreí nervioso observando en que se había convertido la llamada de un momento a otro la puerta de mi departamento se abrió alce mi rostro sorprendido al verlo parado en la puerta Ochaco también Katsuki lucia enojado me sorprendí ver a Momo que también estaba embarazada podía verse que tenía unos 6 meses de embarazo acariciaba su panza.

-¡Momooo!-Exclamo con alegria.

Ochaco empezó a flotar hacia ellos para abrazar a su amiga ignorando a Bakugo quien se quedaba viéndola  molesto todavia.

-Ah Bakugo viniste, hola-Dijo Ochaco como si nada.

Yo reia por debajo igual que la pelinegra.

-Maldita cara redonda- Dijo entre dientes acercándose a mi.

Ochaco le saco la lengua.

-Estás muy hermosa Momo-Empezó a decir la castaña.

Momo sonrió atontada.

-Tu también Ochaco Chan, teníamos mucho sin vernos cuéntame es niña o Niño- Pregunto acariciando su barriga.

Ochaco sonrió nerviosa.

-Mellizos, dos niños-

Bakugo casi se atragantaba yo lo miré sonriendo.

-¿Dos mocosos?- Preguntó sorprendido.

Me paso una lata de cerveza yo asentí abriéndola dando un sorbo.

-¿Que tal tu?-

El sonrió orgulloso.

-Una mocosa-

-No pensé que quisieras una niña-

Dio un sorbo para sonreír de nuevo, una sonrisa que daba miedo sinceramente pero vamos era Bakugo.

-Aunque no lo creas mitad y mitad siempre quise una niña, no me imagino con un niño y que tenga la misma personalidad explosiva que yo-

Asentí con una sonrisa.

-Te entiendo, espero que mis niños tengan la personalidad de Ochaco que no sean tan fríos y calculadores como yo, pero al final del día uno no lo decide -Dije al final con una ligera mueca.

Katsuki gruñó dándome la razón suspiré dándole otro sorbo a mi cerveza girando la vista hacia mi esposa quien se encontraba en el desayunador bebiendo café comiendo galletas mientras charlaba con Momo mientras reían sonreí.

-Deberían visitarnos más-Dije-Aunque se que pronto tú tampoco podrás salir de casa-

Katsuki frunció el ceño asintiendo.

-Estoy nervioso por los próximos meses, cuando Momo se ponga igual de grande que cara redonda-Susurró.

Suspiré.

-Será difícil por los cambios de humor constante tendrás que estar ahí para ella no solo físicamente, psicológicamente también a demás de complacer todo lo que te pida o por lo menos la gran mayoría de las cosas, por suerte Ochaco no se ha antojado de cosas extraña siempre pide helados, Mochis cosas muy dulces o a veces muy picantes e incluso hace mezclas con ambos sabores-Dije extrañado al final-No dejes que te haga probar sus mezclas por más que insistas puede ser tu perdición- Dije.

Katsuki soltó una gran carcajada divertida riéndose a más no poder llamando la atención de las chicas quienes giraron la cabeza sonriendo con una ceja arqueada tape su boca

-¿Te quieres callar?-Pregunte.

Antes de que pudiéramos decir algo más entre nosotros la chicas se acercaron.

-¿De que tanto se ríen?-Pregunto Momo sonriendo.

-Yo no me estaba riendo-Dije por debajo.

Ochaco pestañeó varias veces me miraba a mi luego miraba a Katsuki, mire a Bakugo molesto de reojo mientras se reía por debajo baje la mirada rascándome la mejilla.

Nos quedamos en silencio no quería que la furia de Ochaco estuviera sobre mi.

-De como mitad y mitad usaba su kosei para cocinar- Dijo.

Las chicas se miraron por un segundo sospechosas luego rieron divertidas.

-Tambien para quitarnos el calor en verano-Recordó Ochaco-Hacia también barquillas de hielo y poníamos sabores-Recordaba de nuevo con emoción.

Suspiré aliviado sonreí levemente asintiendo Katsuki me sonrió de lado con altanería las chicas se dieron vuelta para seguir charlando.

-Jum te debo una-Dije cruzándome de brazos.

-Asi es-

El resto de la tarde fue tranquilo ellos se quedaron a cenar en nuestro departamento ordenamos la comida cenamos luego nos despedimos tome la mano de Ochaco para dirigirnos a nuestra habitación lavamos nuestros dientes, nos pusimos las pijamas y nos dormimos.

Si, creo que podría acostumbrarme a esta vida.

Sabor a té[TodoChaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora