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Salió de cuarto yendo directamente hacia el vehículo negro que estaba frente a la casa. Miró su camisa y pudo vislumbrar unas cuantas gotas de sangre seca que manchaba la superficie justo en el centro de su blanca camisa. Bufando, agarró un pequeño bolso color negro de los asientos traseros y comenzó a desabrochar la prenda y sustituirla por otra limpia.

Al llegar frente a casa pudo ver como los guardias vigilaban fuera de la enorme mansión color blanco, también a algunos de los pocos empleados domésticos que hacían los quehaceres en el jardín.
Las grandes rejas que conformaban el portón se abrieron dejando camino libre al vehículo.

Se estacionó y bajo del Mercedes adentrandose directamente a la casa. Al entrar fue recibido por varios empleados, estos al verlo rápidamente dejaron de hacer lo que estaban haciendo y dieron varias reverencias hacia él. Todo quedó en silencio, todos pudieron notar la oscura aura que desprendía el pelinegro y lo tenso que se encontraba.

Estaba estresado. Hace 2 semanas no venía a casa y no descansaba bien, sus malditos socios no encontraron mejor momento para joderlo y tuvo que ir a solucionar él mismo sus problemas.

Pasó por en medio del personal dirigiendose hasta el ascensor de cristal que lo llevaría al cuarto piso. Quería llegar lo antes posible a su habitación.

Se escuchó el típico sonido de ascensor indicando que ya había llegado a su destino, salió y caminó unos cuantos pasos más hasta que llegó frente a la puerta de su habitación, ingresó la contraseña y se adentró a ésta.

Al entrar un conocido olor a Vainilla y canela lo recibió, aspiro profundamente y como por arte de magia todo el enojo y estrés desaparecieron de él, dirigió su vista hacia la gran cama que había en medio, y fijo su vista hacia el pequeño bulto debajo de las sábanas notando como hacía un leve movimiento cada que sus pulmones se llenaban de aire.

Camino silenciosamente hacia la puerta del armario que ambos compartían, se adentró y buscó algunas prendas para ponerse después del baño.

Abrió la llave de la ducha, mientras se despojaba de su ropa, llegando a él un fuerte olor que indicaba que definitivamente necesitaba un baño. Ya bajo el agua tibia, agarró el jabón empezando a tallar con el cada parte de su cuerpo así seguidamente enjuagandose para luego cerrar la llave de la ducha.

Se secó y se colocó rápidamente sus prendas, todo haciéndolo en el baño, temiendo a que si salía podría despertar al pequeño que dormía plácidamente en la cama. Salió por la puerta, acercándose silenciosamente a la cama poniéndose de cuclillas mientras fijaba su vista hacia su esposo el cual dormía plácidamente acurrucado entre las almohada; a su vista lucia totalmente adorable con sus mejillas sonrrojadas y labios entreabiertos. Dejó un pequeño beso en su frente y aspiro el exquisito aroma del mismo poniendose de pie y saliéndo de la habitación.

No eran aún ni las 5 de la tarde.

Ingreso a la cocina en donde la señora So estaba limpiando mientras tarareaba una melodía.

ㅡ¿Como ha estado él en estos días en los que no estuve? ㅡPreguntó.

ㅡOh, él ha estado bien, como siempre alegre y ayudándonos en la cocina, intentando recetas y saliendo a pasear por el jardin,ㅡla mujer sonrió haciendo notar las arrugas de su rostro.ㅡTambién ha estado bailando en el salón, se divirtió mucho ayer cuando salió a bañarse en la piscina.

Jungkook escuchaba todo atentamente, negando con la cabeza y sonriendo levemente ante las cosas que había hecho su pequeña lucecita mientras el no estaba, ese era su Jimin, un ser de luz, alegre y cálido, que con solo una sonrisa iluminaba su mundo entero, y a la vez tambien era el que lo comprendía mejor que nadie, quien lo apoyaba y animaba, era su todo.

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⏰ Última actualización: Aug 01, 2023 ⏰

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