2 A.M.

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Light llevaba meses al borde del colapso. La presión y el cansancio acumulado estaban comenzando a hacer mella en su energía, tanto física como mental. Seguir el ritmo de L, un individuo que parecía no conocer el significado de la palabra "descanso", era verdaderamente agotador y rozaba lo inhumano. Por si fuera poco, el detective tenía su atención fija en Light las 24 horas del día; cualquier fallo, incluso el más mínimo desliz, podría llevarlo a pasar el resto de sus días entre rejas o incluso al peor de los destinos: la muerte.

Light Yagami era Kira, y L lo sabía. Pero con saberlo no bastaba; se necesitaban pruebas creíbles e irrefutables que confirmasen sus sospechas. Por supuesto, alguien tan brillante como Light, el joven más inteligente de todo Japón, no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer tan fácilmente. El caso era casi como un duelo para ambos; un juego del que tan solo uno de los dos saldría vencedor.

El aroma a café recién hecho devolvió a Light a la realidad. ¿Cuánto tiempo había malgastado durmiendo? Los ojos le picaban demasiado, y su cuerpo estaba entumecido tras la extenuante jornada de trabajo. Tuvo que hacer un esfuerzo descomunal para fijar la vista en las agujas del reloj que colgaba de la pared: las 2 de la madrugada.

El sonido de la puerta abriéndose anunció la vuelta de L, que se había ausentado momentáneamente para ir al lavabo. Lentamente, el detective se acercó a Light y dejó una taza enorme de café a su lado. "Light-kun."

Light se incorporó despacio y se desperezó estirando los brazos. "Ah, gracias. Lo necesitaba."

"Los demás ya se han retirado. Tú también deberías tratar de dormir un poco. No es bueno abusar del café."

Light arqueó una ceja. "¿De verdad estás sermoneándome por tomar café? ¿, el mayor adicto de todos? Sabes de sobra que es imposible descansar contigo al lado, Ryuzaki."

L se encogió de hombros y tomó asiento. Con un movimiento ágil, flexionó las piernas y adoptó su postura habitual de descanso. "Lo siento.", se disculpó.

Light sacudió la cabeza. "Supongo que es solo cuestión de tiempo que me acostumbre a tus horarios de sueño."

"No deberías forzarte tanto."

"¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí?"

"Me preocupo por mis empleados, sin excepción. Al fin y al cabo, tu salud también repercute en la investigación."

Light le dedicó una mirada de incredulidad que L captó al momento.

"¿Hm? ¿Quieres decirme algo, Light-kun?"

"Eres la persona más incoherente que conozco, Ryuzaki.", dijo por fin el castaño, tras una larga pausa. "Te empeñas en creer que soy el criminal más despiadado del mundo, y a la vez te preocupas por mi salud más que mi propio padre."

Una media sonrisa se dibujó en los labios de L. "Incoherente...", repitió, con aire pensativo. "Precisamente, si sospecho de Light-kun es por las numerosas incoherencias e inconsistencias de su versión a lo largo del caso. ¿Sigues queriendo que hablemos de incoherencias?", preguntó, en tono retador.

Light clavó sus ojos centelleantes en los del detective. "Me parece un tema interesante. ¿Te parece que comience yo?"

"Tiene sentido que el acusado sea el primero en defenderse. Adelante.", concedió L, antes de darle un generoso sorbo a su café.

"Perfecto." Light se acomodó en la silla, aclaró su garganta y se remangó la camisa. "Primero, ni siquiera tú, el detective más famoso del mundo, has sido capaz de encontrar una evidencia sólida que pruebe mi culpabilidad. Por lo tanto, tus sospechas son totalmente infundadas."

2 AM (One Shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora