2. Akatsuki

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Escondite Madara


-            Madara- sama, tengo información sobre el paradero del chamaco- comentaba entusiasta de su reciente descubrimiento

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- Madara- sama, tengo información sobre el paradero del chamaco- comentaba entusiasta de su reciente descubrimiento.

- Bien, ya es tiempo de afinar detalles – decía mientras recargaba su espalda en su altar- ya no me queda mucho tiempo en este mundo. Mis ojos se encuentran implantados en el niño de la aldea de la lluvia quien está pronto a convertirse en una pieza de mi ajedrez. – El anciano volvió su mirada a la criatura blanca – Bien, vamos, dime donde está Obito- Zetzu sonrió.

- En la aldea de la lluvia – decía mientras alzaba los brazos y esbozaba una sonrisa en su desfigurado rostro – Madara lanzo una estruendosa carcajada, que maravillosa noticia acababa de recibir.

- Creo que el destino esta de mi lado, Obito y Nagato en el mismo lugar. Esto es perfecto – mirando al Zetzu- pronto Mi Voluntad guiará el resto del plan. Tú solo intenta no pensar y ojalá... hables menos.

- ... - La criatura solo miro con cara de no entender a que se refería con que hablará menos.

Aldea de la lluvia

Obito, tal como había planeado, se dirigió a esta pequeña localidad, según sus fuentes, habían existidos varios intentos de robos a los habitantes, la mayoría frustrados por unos jóvenes que se hacían llamar "Akatsuki". Al llegar, se alojó en una humilde posada.

Camino por los alrededores, acompañado de una lluvia que no tenía ganas de detenerse, su ropa era una larga capa que casi no dejaba ver nada de su rostro y mucho menos su cuerpo. Las personas lo observaban con desconfianza, identificaban de inmediato cuando una persona no era oriunda del lugar.

Pasaron cuatro días y todo era lo mismo, salir por la mañana a patrullar los alrededores, regresar a la posada a comer, atento de los comentarios a su alrededor, lluvia y más lluvia.

Salió de la posada y se dispuso a caminar por los alrededores nuevamente, quizás a entrenar, ya llevaba varado un tiempo significativo y no había mucho que hacer.

- Ahhhhhh- Un grito femenino se escuchó a sus espaldas, seguidos de unas explosiones, que alertaron en forma inmediata al pelinegro. "Al fin algo de acción" pensó para sí mismo, se dirigió sigilosamente al lugar donde ocurrían los hechos. Efectivamente, eran ninjas renegados, probablemente el resultado de la guerra. Hombres que desertaban de sus aldeas para escapar de un destino macabro llamado muerte, y para ganarse la vida y/o sobrevivir robaban, algunos más hostiles hasta mataban.

- Malditos cabrones, aprovechándose de los más débiles. Malditas guerras... maldita humanidad – pensaba Obito para sí mismo, mientras apretaba sus puños y recordaba nuevamente las palabras de Madara como un susurro. "Donde hay luz debe existir sombras".

El grupo de ladrones hizo estallar una bodega de alimentos del almacén principal del pequeño pueblo. Algunos de los aldeanos armándose con palos y fierros intentaban proteger el lugar.

Clan uchiha eterno (Obito Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora