8. ¿Amigos?

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Kakashi le dirigía una molesta mirada a Obito, inspiro sonoramente y en un arranque de ira le arrojo la bolsa con los hongos por la cabeza al azabache quien no vio venir el proyectil.

- ¡Ey! ¡¿A que ha venido eso?! – reclamaba visiblemente molesto mientras se limpiaba el cabello de los restos de comida.

- ¡¿Y preguntas!? Porque eres un idiota y aún no cambias – reprendió Kakashi mientras se cruzaba de brazos – No puedes anticiparte un poco, ya sabes cómo es Nadia, es sumamente sensible, ¿No pudiste haberle avisado o haber ido con ella primero... ¿por qué no puedes ser un poco más cuidadoso? – Obito se llevo la mano a la nuca asumiendo las palabras de su amigo.

- Creo que tienes razón – se sinceró el Uchiha - La verdad podría haber ido con ella primero.... pero no sé.

- ¿Cuál es tu maldito problema con ella Obito? – pregunto con enfado. El azabache titubeo un poco pensando que iba a decirle a su amigo.

- Cuando me fui de Konoha no fui del todo comprensivo con ella. Dejamos temas inconclusos... creo. No sé que decirle, ha pasado tanto tiempo. - relato con preocupación.

- Lo primero, soluciona el malentendido y respecto a lo otro. Si no puedes darle una respuesta en lo inmediato... dile la verdad y te entenderá. – respondió cabreado, Obito lo miro con el ceño fruncido.

- Es fácil decirlo - bufo

- Pero para ti es más fácil cagarla parece – respondió rápidamente el peliplateado.

- De acuerdo, de acuerdo. Me reuniré con ella, trataré de solucionar las cosas. Es más, iré ahora mismo... aghh – se quejó el azabache- Debí quedarme con Minato – dijo para sí mismo.

- Te escuche y además me debes una sartén – Decía mientras le indicaba la puerta de salida.

Obito se dirigió al hogar de Nadia.

En el camino pensaba que decirle realmente - ¿Por qué mi vida no puede ser más simple? - meditaba Obito, mientras miraba el suelo. La situación era incomoda, volver a Konoha y reencontrarse con su amiga ¿Debía hacer parecer que todo esta bien y obviar temas pasados? o poner las cartas sobre la mesa, y si fuese la segunda opción, no sabía a ciencia exacta que iba a decir. Había pasado tiempo. Durante ese periodo en Amegakure, si, tuvo algunas entretenciones superficiales con algunas señoritas, sin embargo, el recuerdo de Rin, su único amor era sagrado. Pensaba en Nadia, sí, pero no sabía si lo hacia con la intención de algo amoroso o por el hecho de tener un genuino aprecio hacia ella. ¿Cómo saberlo? Habían pasado tres años.

El joven se encontraba frente a la puerta de Nadia, medito si golpear la madera o largarse. Finalmente golpeo tres veces.

- ¿Quién es? – una voz femenina pregunto desde el interior.

- Obito –respondió secamente, pudo escuchar pasos que se dirigían lentamente a la puerta.

- Hola Obito – Saludo Nadia mientras abría la puerta – Vaya, acabamos de vernos... - su rostro denotaba ligera sorpresa- ¿Sucede algo o me extrañaste acaso? – preguntó sarcástica con una sonrisa.

- Hola, Nadia ¿Puedo pasar? – Obito no hizo caso al comentario y aprovecho de mirarla con mayor detención. Había crecido, su rostro de niña había cambiado, sus facciones se hicieron más finas dejando atrás las curvas infantiles de su rostro. Estaba más alta, unos centímetros más le habían otorgado el tiempo, de igual forma debía mirarla hacia abajo, claramente el azabache había rebasado con creces a su amiga en ese plano.

Clan uchiha eterno (Obito Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora