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Las risas cómplices llenaron estruendosamente los pasillos, junto con el golpeteo de sus pies sobre la losa, así, de la mano y borrachos de felicidad corrieron escaleras arriba hasta su piso en una competencia torpe por ver quien llegaba primero hasta sus casas.

—Si yo gano tendrás que besarme por tres horas Park Jimin— anunció el pelinegro luego de que el mayor estallará en risas al hacer trampa y adelantarse.

—¡No ganarás!— gritó, pues estaba ya a unos metros de distancia de Yoongi, por la ligera ventaja que generó.

—¡No ganarás!— gritó, pues estaba ya a unos metros de distancia de Yoongi, por la ligera ventaja que generó

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Yoongi bien pudo alcanzarlo rápidamente, pues un deportista como él, tenía suficiente condición como para ganar una carrera boba como esa, pero la satisfacción de ver la sonrisa pintada en los labios de Jimin le detuvó

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Yoongi bien pudo alcanzarlo rápidamente, pues un deportista como él, tenía suficiente condición como para ganar una carrera boba como esa, pero la satisfacción de ver la sonrisa pintada en los labios de Jimin le detuvó.

Quería verla todo el tiempo que pudiese, así que no se negó a sí mismo aquel pequeño privilegio.

Para cuando salió de su ensoñación, Jimin ya había alcanzado el pomo de su puerta sin ningún problema, luciendo triunfante, tan adorable con sus mejillas rosas por el esfuerzo.

Yoongi no entendía de donde obtenía la energía para seguir riendo y jugando como un niño pequeño, pues los turnos en el hospital no eran una broma, sobre todo, porque le comentó, unas horas antes, que asistió al menos tres cirugías antes de terminar su guardia.

—¡Gané!— dijo, apenas Yoongi entró en un radio de dos metros cerca suyo.

—Hiciste trampa— contestó y Jimin rió como a quien atrapan en medio de una travesura.

Metió la mano en su bolsillo y buscó las llaves de su departamento, dispuesto a entrar ya, pero unos dedos largos y ásperos se cernieron sobre su muñeca.

—Aún no me haz dicho que premio quieres por ganar— dijo, en un tono tan bajo, que su voz salió deliciosamente ronca, erizando la piel de Jimin en una fracción de minuto.

Entonces, una loca idea cruzó por su mente, era algo realmente estúpido si lo piensa bien, pero lo desacredita argumentando a sí mismo que es inevitable y que de cualquier forma ya no podía tener vergüenza con Yoongi así que, puede culpar a la situación después.

Virgen A Los 30  | Yoonmin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora