Jimin a sus 30 años, es un escritor de fic's de contenido +18 bastante popular, pero lo que nadie sabe es que solo es un virgen sin nada de experiencia.
Pero pronto todo cambiaría, con la llegada de su nuevo vecino,mucho más joven que él...
Y quizá...
—Hola— Yoongi envolvió sus brazos como de costumbre alrededor de su cintura en un abrazo flojo, recargando su mentón sobre su hombro, deleitándose con lo terso de la piel almendrada de su abdomen.
Jimin rió inminentemente ante las cosquillas que provocaba Yoongi al repartir besos por su nuca y cuello.
—Hola— le respondió, con una enorme sonrisa que hizo que sus ojos se perdieran tras sus mejillas.
Yoongi podía verlo a través del reflejo en el espejo.
No pudo evitar ir hasta él, no cuando lo vio tan lindo, mientras se vestía para salir de fiesta con sus amigos, tal como habían acordado esa tarde.
Y es que Jimin sabía perfectamente que prendas usar, si quería que su novio las quitara rápido...
Así que, fue suficiente pasearse por la habitación con toda la intención de ser mirado, con sus pantalones ajustados y su camisa de seda para que el pelinegro le siguiera con la vista a cada movimiento.
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—Te ves increíblemente caliente— murmuró el menor muy cerca de su oído, erizando su piel al contacto, porque la voz grave de Yoongi siempre lograba ese efecto en él.
—¿Te parece?— respondió juguetón, pegando su espalda contra el pecho de Yoongi, deliberadamente friccionándose contra su pelvis y se giró para buscar su boca en un beso necesitado.
Llevó sus manos hasta el pantalón del menor, escabulléndose por encima de su ropa interior, sintiendo como el cuerpo de Yoongi empezó a reaccionar ante sus toques y sonrió victorioso en medio del beso.
—¿Y que harás al respecto?— agregó, empujando a Yoongi hacia la cama para poder sentarse cómodamente sobre su regazo.
Yoongi le dejó tomar el control, le gustaba esa faceta de Jimin.
—Será mejor que te muestre— contestó llevando sus manos por debajo de la camisa holgada hasta llegar a su pecho arrancándole un jadeo al mayor cuando encontró sus pezones y se dispuso a jugar con ellos.
Desabotonó entonces la prenda que tanto lo alejaba de su cometido, permitiendo que se deslizara por los hombros del mayor.
Llevó su boca hasta el cuello de Jimin y no dudo en lamer y besar cada milímetro a su alcance, bajando hasta nuevamente llegar al pecho del mayor.
Su lengua trazó su camino hasta que atrapó el pezón izquierdo de Jimin, el cual saboreo a su gusto, hasta que estuvo satisfecho para poder darle la misma atención al otro.
Era una de las zonas más sensibles del mayor, es por eso que disfrutaba de tocarlo, porque las reacciones en el rostro de Jimin le demostraban cuanto le gustaba.
Y quizá era una de las cosas que más excitaba a Yoongi, ver a Jimin estremeciendose de puro placer.
—Yoon— le llamó quedito, con la voz entrecortada por su respiración agitada.
