Jin, un joven de 17 años que solo busca algo de diversión junto a una buena adrenalina en su vida. Muere de manera estúpida causando sin saberlo, el interés y una carcajada del Dios que una vez creo todo. Permitiéndole a Jin entrar en el ciclo de la...
¡Master!". Una voz despertó a Jin de su cómodo sueño, mas no abrió los ojos. Estaba demasiado cansado.
"¿Mm?". Cambió de posición para dormir mejor sin prestarle atención a la voz que lo llamaba.
...¿Voz? Si recordaba bien, estaba durmiendo en el vacío del multiverso. Sus hijos estaban haciendo sus respectivos trabajos por lo que, cuando se fue a dormir estaba solo. ¿Entonces, quien lo estaba llamando?
Abrió los ojos repentinamente y lo primero que vió fue unos ojos verdes mirándolo con felicidad, nostalgia y afecto.
Lo primero que pensó fue en matar a la persona que lo tenía pero su proceso de pensamiento, en menos de 1 segundo dedujo que no era dañina. Si quería matarlo ya lo hubiera hecho. Por lo tanto, se calmó mas no bajó la guardia.
Parpadeó tres veces para asegurarse de lo que estaba viendo era real. Y al descubrir que si, se levantó de donde estaba acostado y sonrió al ver a la persona frente a el.
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"Master...".
"Artoria". Aunque lo dijo secamente, Artoria podía ver el brillo de felicidad en los ojos de su maestro.
"Hemos vuelto a estar juntos". Dijo con felicidad y un rastro de nostalgia.
"Si...". Jin respondió sin sacar un tema de conversación, haciendo el ambiente más incómodo. Estaba procesando el hecho de que tenía ha Artoria delante de suyo.
Sin embargo, Artoria, quien quería romper tal ambiente, no pudo al sentir que su maestro la abrazaba mientras lo escuchaba decir.
"Te extrañé...".
Un sonrojo pasó por el maduro rostro de la mujer ante la acción de su maestro. Sabia que el no era del tipo de persona que daba mucho afecto a personas ajenas a la familia. Pero este gesto la hizo entender que ella pertenecía a tal cosa.
"Yo también, master (⺣◡⺣)♡". Correspondió el abrazo aunque un poco tímida y con un valor, hundió su cabeza en el cuello de Jin, respirando su aroma.
Jin, aunque sorprendido, no se la quitó de encima. 1: Por que estaba cómodo y 2: Por que también estaba respirando el aroma de ella.
Después de un minuto, los dos se soltaron para luego sonreírse.
"¿En dónde estamos?". Preguntó Jin y Artoria se encogió de hombros.
"The One me había mandado a decirte algo, pero no me acuerdo qué". Ladeo la cabeza confundida, algo que la hizo ver tierna.
"¡Ah, ya sé!". Chasqueó los dedos, al recordar las palabras de The One.
Dile a Jin-kun cuando despierte, que simplemente lo traje de vuelta a mi Omniverso y que, el tiempo que pasa en su Omniverso es diferente al suyo. Por lo que, es probable que un día aquí, allá sean mil años o incluso más. Además, que no se preocupe por el mundo en el que está. Ese mundo no es capaz de amenazar a alguien de su nivel, al contrario, lo ayudara para alcanzar los 20 rangos más fácilmente. Ah, y por cierto, sin querer envíe a alguien que no pertenece a ese mundo. Viene del Nasuverso de mi Omniverso, puede que sus planes... Se compliquen un poco, jeje~.
