"Interesante..." -Un Jin sonriente, dijo al ver los cultivadores alrededor de el y sus esposas.
Habían quedado en pasar un rato tranquilamente entre ellos, charlando y bromeando mientras caminaban sin rumbo en la ciudad. Lamentablemente, ese momento llegó a su fin cuando, en medio de la ciudad, varios miembros de las tres familias aparecieron frente a ellos, declarando una supuesta insubordinación. Todo esto bajo la mirada de los habitantes.
Jin no tenía duda de que esto fue obra de Ye Zong. En una situación como esta, se supone que estaría molesto mas no aterrado. Sin embargo, no sentía nada de esas dos cosas, al igual que sus esposas que miraban fríamente a los hombres de todo este gran grupo, quienes las miraban con lujuria notable.
Para ellas, solo su esposo podía desatar su lujuria con ellas, no esta carne de cañon.Pero como siempre, hay uno que siempre destaca en el grupo; Shen Hong.
Que, para sorpresa de todos menos de Jin y sus esposas, había aparecido para alfín matar al bastardo que lo había humillado.Mirando a las esposas del bastardo, una sonrisa oscura se formó en sus labios. El carácter de Jin puede ser una mierda pero sus gustos son buenos. Le daría punto por ello, lástima que esos gustos serían de el ahora.
"Chico, si quieres salir de esta, entrega a tus..." -Sus palabras murieron en el momento en que Jin apareció frente a el con un puño metido en su estómago.
*Puaj*
El golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacerlo vomitar sangre.
"Maldito..."
"Cierra la boca". -Sin dejarlo terminar, nuevamente le lanzó un golpe. Esta vez, en su cara.
Shen Hong salió expulsado hacía atrás sin poder tener la oportunidad de que sus piernas tocaran tierra.
Los demás cultivadores se pusieron en alerta, y decidieron atacar, ignorando el hecho del que el más fuerte de todos ellos fue derrotado fácilmente.
Jin miró a sus esposas que le asintieron y sonrió. Se movió a gran velocidad y las besó en los labios. Cuando besó a la última, desapareció de su lugar y reapareció frente al cuerpo herido. Se sentó descuidadamente en su pecho, haciendo que sus costillas crujieran asquerosamente.
Mirando la cara del que se atrevió a ordenarle darle a sus esposas, Jin sonrió y sus manos adquirieron llamas blancas.
Sentándose a horcajadas, dijo unas últimas palabras para el que será ahora un difunto patriarca."Querías que te entregara a mis esposas... Eso no lo puedo permitir, lo que si puedo hacer es entregarte a dos gemelas que traigo conmigo."
Shen Hong quería decir algo, si es que su mirada de muerte era algo por lo que pasar.
Sin embargo, Jin no lo dejó y extendió sus puños en llamas, cerca de la cara del pobre hombre.
"Se llaman: Gu y lag... Disfruta por que ahí es donde te mandaré, hijo de perra."
Eso fue lo último que escuchó Shen Hong antes de su muerte.
*BOOOM*
Una cortina de humo se hizo presente, llamando la atención de los presentes.
Los pocos miembros de las demás familias que quedaban a salvo de los ataques de las mujeres, miraron con expectación mientras las esposas de Jin ya sabían el lado ganador.Cuando el humo se despejó, pudieron ver a Shen Hong en un cráter con su cara quemada, irreconocible, dejando en shock a los perpetradores.
Jin, por otro lado se encontraba todavía sentado sobre el cadáver, mirando con neutralidad a los cultivadores que se atrevieron a ir, no contra él, sino contra las sonrisas de sus esposas. Realmente estaba molesto esta vez.
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La Ascensión del Mortal más Fuerte
FanfictionJin, un joven de 17 años que solo busca algo de diversión junto a una buena adrenalina en su vida. Muere de manera estúpida causando sin saberlo, el interés y una carcajada del Dios que una vez creo todo. Permitiéndole a Jin entrar en el ciclo de la...