ǫᴜᴇʀɪᴅᴏ ᴄɪᴇʟᴏ: ᴄʜᴇɴᴍɪɴ:

008

Diciembre, 2010.

Ha llegado el día en que el aclamado empresario Kim Jongdae abandone el hospital después de un largo periodo, Jongdae tiene una gran sonrisa en su rostro como es de esperarse. Llaman a su puerta y con gran alegría le indica a la persona que se encuentra detrás de ella que pase.

―Buenos días Señor.

―¡Hyolyn! ¡Que alegría verte!―exclama feliz.

Posteriormente el empresario camina hacia ella y la abraza, de inmediato ella le devuelve el gesto.

―También me da gusto verlo. ―dice y se separa.―Le traje su ropa Señor. ―responde y le entrega una pequeña maleta.

―Gracias, por fin voy a saborear la libertad Hyolyn. ―sonríe ampliamente.

―Así es Señor.

―¿Y mi esposa?―pregunta.

―No lo sé Señor, hace días que no la veo.

―Que extraño. ―murmura.

―Señor Kim lo espero en recepción para firmar su alta.

―Está bien Hyolyn.

Al poco tiempo la mujer joven sale de la habitación. Jongdae comienza a desvestirse de inmediato para salir lo más pronto posible del lugar. Minutos después el empresario firmaba su alta del hospital para por ultimo despedirse de las personas quienes cuidaron de él día y noche durante un largo periodo. Al salir del lugar una gran avalancha de paparazis lo estaban esperando para entrevistarlo pero el empresario se mantuvo al margen y solo les dedico una sonrisa amplia a los medios, posteriormente el chofer subió la ventanilla del empresario y acelero dejando muy atrás a los paparazzi.

―Me molesta tener que usar bastón. ―murmura un poco molesto el empresario.

―Es por su bien Señor Kim. Le aseguro que sera muy poco el tiempo que use ese bastón. ―responde comprensivamente Hyolyn.

―Ojala así sea Hyolyn.

La joven mujer le sonríe.

―En cuanto vea a mi mujer hablare con ella de tu situación.

Hyolyn se puso tensa y de inmediato dirigió su mirada hacia su jefe.

―No, no Señor acaba de salir del hospital. No quiero ser la causante de que vuelva a ese lugar. ―responde de forma preocupada. ―Por favor no lo haga. ―dice suplicante.