La legendaria Lunala

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Finalmente estábamos a punto de llegar al Altar, solamente teníamos que atravesar una cueva bastante oscura y polvorosa. En la entrada de dicha cueva, habían dos señales que marcaban que ese era un territorio de una prueba, lo cual me confundió bastante ya que no había ningún capitán por allí

"Oye, Hela. ¿Qué es esto?" Le pregunté a la capitana para aclarar mis dudas

"Una cueva, ¿no lo ves, zagal?" Respondió de la manera más obvia posible

"Ya sé que es una cueva, me refiero a si esto es una prueba o no" Dije, explicando mi pregunta

"Ah, sí" Espetó

"¿Y quién es el capitán?" Seguí cuestionando

"Nadie" Respondió con indiferencia

"¿Entonces qué sentido tiene poner esto aquí si no hay capitán?" Intenté comprender el por qué de las cosas, pero me resultó imposible

"Lo único que sé es que ahí dentro a un Kommo-o que echa humo. Así que, muchachos, os toca derrotarlo" Con eso se refirió a Tilo y a mí, y nos hizo un gesto para que entrásemos "Lylia y yo esperaremos aquí"

Nosotros dos no tuvimos más remedio que entrar en esa oscura cueva. A unos pocos pasos de la entrada se encontraba una roca con un texto grabado

"Esta tierra está consagrada a la prueba. Quienes no sean dignos de afrontarla, deben retroceder ahora. Quien no tenga valor de enfrentarse al Pokémon dominante no será bienvenido. Aquellos que confían en sus Pokémons obtienen la fuerza de los que caminan a su lado" Leí en voz alta, repitiendo las inscripciones de la piedra

"Tampoco es que eso sea muy importante, no es la primera prueba que afrontamos, esto ya es pan comido" Se jactó Tilo

"Si es tan 'pan comido', ¿qué tal si tú te enfrentas a Kommo-o?" Pregunté, viendo cómo se estremecía del miedo

"¡Me-mejor que combatamos los dos a la vez, como siempre hacemos!" Propuso, camuflando su terror

"Está bien" Reí levemente ante su idea. Recorrimos la larga y profunda cueva hasta llegar al pedestal donde se encontraba el Cristal Z, sin embargo; no había ni rastro del Pokémon dominante

"Qué extraño... ¿No dijo Hela que aquí había un Kommo-o?" Preguntó mi amigo, bastante confuso

"A lo mejor ha abandonado este lugar" Opiné. Yo también estaba bastante extrañado al no ver al Pokémon dominante por allí "Aunque... Siendo el protector de esta cueva... No tendría mucho sentido que la abandonara"

"Mira, cuanto menos trabajo, mejor" Tilo se adelantó y estiró su brazo hacia el pedestal con intención de llevarse el Cristal Z, pero; en un momento de despiste, Kommo-o rugió y se abalanzó hacia él

Reaccioné rápidamente y saqué a Simón, mi Pokémon más fuerte, para que protegiera a mi amigo mientras este se recuperaba del shock. En cuanto me fijé, mi Incineroar y el Pokémon dominante estaban combatiendo

"¡Conque ahí estabas!" Le gritó Tilo al Pokémon. Este pareció ignorarle ya que estaba en duelo casi a muerte con el tigre ígneo

"¡Simón, ¿puedes encargarte tú solo?!" Le pregunté. Mi Pokémon giró la cabeza levemente hasta encontrarse con mi mirada y asintió, después; volvió a centrarse en su lucha

Pasaron apenas unos minutos hasta que Kommo-o fue derrotado y huyó en busca de refugio. Agradecí a Simón por su ayuda, lo guardé en su Pokeball y agarré el Dracostal Z. Mientras tanto, Tilo aprovechó para ir a buscar a Hela y a Lylia y continuar con nuestra travesía

Finalmente llegamos al Altar de la Luna. Era un sitio desierto, y una pequeña plazoleta se situaba en un lugar elevado de la zona donde solamente se podía acceder por medio de un largo camino de escalones de piedra

Aventura en Alola [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora