Efforts

50 12 0
                                    

Nayeon llegó minutos después acompañada de un aburrido Christopher que le reprochaba que corriera tan rápido.

— Vas a caerte y me voy a reír de ti.

— Eres un anciano, ¡apresúrate!

— Perdón chica inexistente que todavía está en el vientre de su madre y solo estoy viendo una ilusión de su futuro porque soy un brujo.

Nayeon bufó y golpeó el brazo del chico. Christopher siempre había amado ser sarcástico y para ella era divertido, algunas veces, otras solo quería coserle la boca e inyectarle un elíxir de la vida para que dejara de andar como muerto viviente.

Hacía que sus ánimos decayeran, Christopher era un aburrido.

Sin embargo era el único amigo que había conseguido hasta ahora desde que llegó a la capital. Estaba cómoda con él por ahora.

— ¡Mira! allá está el príncipe.

— Parece que no soy el único cansado.

— ¿Cómo puedes estar cansado?

— Trabajo en un taller con cosas pesadas, linda. Déjame en paz.

Nayeon rodó los ojos y terminó de cruzar el puente de madera acercándose al príncipe.

Hyunjin se arrodilló al lado de Dan y gritó. — ¡¡¡Está aquí Seungmin!!! ¡¡Despierta!!

Seungmin se levantó de un salto espantando a Nayeon en el proceso.

— ¡Maldición! — se quejó alto cuando el mundo pareció darle vueltas por un segundo al levantar su cuerpo mucho antes que su cerebro.

Nayeon lo observó entre confundida y divertida por su mueca descontenta.

— Majestad, ¿lleva mucho tiempo esperando?

Seungmin se concentró en el ahora, donde estaba y con quien estaba. No podía ver a Hyunjin pero era seguro como el infierno que él había gritado como alma en pena para despertarlo. Había esperado un poco más de delicadeza, pero no la consiguió.

Ya no importaba de todas formas.

— No... no, llegué hace unos minutos — eso creía. Aún no estaba seguro de cuanto había pasado desde que se quedó dormido. —. ¿Vamos?

Christopher y Nayeon asintieron y Seungmin se adentró en el bosque dejando a su caballo atrás, sabía que este no se iría por lo que avanzó confiado por el camino que muy bien conocía.

Cuando era niño descubrió el lugar con su padre y a medida que fue creciendo empezó a visitarlo sólo para encontrar momentos de paz.

Los dos chicos que lo seguían se pusieron a su lado.

— ¿Seguro sabes por dónde vamos? — preguntó Christopher. Seungmin asintió sin darle demasiada importancia.

— ¿Por qué abandonaron la iglesia? — cuestionó Nayeon.

Ambos hombres tarareaban siendo Seungmin el primero en contestar. — Dicen que fue quemado luego de que una bruja hiciera un conjuro de invocación el día de su boda.

— Quería traer a lucifer y que este tomara el cuerpo de su prometido. Dicen que estaba obsesionada con el Rey del inframundo y no temía compartirlo.

— La encerraron en la capilla y quemaron la iglesia esperando que eso la matara pero el fuego solo consumió parte de la iglesia.

Nayeon tarareo pensativa. — Es increíble, ¿no?

— ¿Qué la mujer estuviera tan loca como para invocar al diablo? seguro.

— No — se quejó la chica —, hablo de las cosas que algunos son capaces de hacer por amor.

In Love With DeathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora