CAPÍTULO 30
Ferit
Saco el pañuelo de Nazli de mi bolsillo y acaricio la tela. Miro el bote de basura en mi baño y amenazo con tirarlo. No lo consigo. Ato los extremos y lo doblo cuidadosamente, abro uno de los cajones de mi armario y lo pongo allí.
Me quito la ropa, me meto en la ducha y dejo que el agua caiga en cascada por mi cuerpo. El dolor y la frustración por lo que ha hecho Nazli es casi insoportable. Sabía que estaba enamorado, pero no tenía idea de cuánto. Se acabó, Ferit. Olvidala.
Esta mañana me levanto más temprano que de costumbre y voy directo a uno de nuestros trabajos. Necesito llenar mi cabeza a toda costa. No quiero pensar en Nazli.
"¿Qué hiciste con ella?" pregunta Deniz. esta muy cambiado cuando llega al sitio de construcción. No tengo idea de lo que está hablando.
"¿Perdón?" Trato de mantener la calma, aunque también me estoy conteniendo para no explotar. Hoy no es un buen día para aguantar las alucinaciones de Deniz.
"Con Nazli. ¿Qué hiciste con ella?" Él cambia aún más. Aprieto los puños dentro de mis bolsillos.
"Yo no hice nada." Intento caminar, pero me agarra del brazo.
"Sabía que la lastimarías tarde o temprano, tal como lo hiciste con Demet". dice y yo sigo apretando más manos
"No digas tonterías, Deniz". Trato de caminar, y de nuevo me detiene. "Quítame la mano de encima". Mi voz es áspera. Aparta la mano cuando se da cuenta de que no estoy de humor. Quería gritarle que yo no hice nada, ella sí. Ella me abandonó después de decirme que me amaba.
"Ella se va hoy. ¿Estás satisfecho?" grita detrás de mí.
Me meto en mi coche y siento la respiración entrecortada. Ella realmente se va. Apoyo la frente contra el volante. Inhalo y exhalo un par de veces, hasta que me calmo.
"¿Hola? ¿Manami?"
***
Nazli
El taxista ayuda con las maletas. Fatos está llorando mientras abraza a Asuman. Es difícil creer que los dos juran que se extrañarán.
"¿Estás seguro de que te vas?" Fatos pregunta por milésima vez.
"Es lo correcto. Va a estar bien". Trato de convencerme a mí mismo.
Abrazo a Fatos y me subo al taxi. Miro por la ventana trasera y veo a mi amiga salpicando agua en la calle mientras nos vamos.
Mi teléfono suena una vez más. Pongo los ojos en blanco porque creo que es Deniz, una vez más, no podrá hacerme cambiar de opinión, pero cuando voy a rechazar la llamada veo que no se trata de él.
"Hola."
"Hola. ¿Señorita Naziyme?" Dice la voz femenina del otro lado.
"Sí."
"Mi nombre es Manami y tengo una oferta de trabajo que no puedo rechazar". La mujer dice y no puedo creerlo.
"¿Propuesta de trabajo? No puede ser".
***
Ferit
Espero con ansias el regreso de Manami, una amiga que me viene proponiendo desde hace tiempo invertir en el área gastronómica. Suena el teléfono y mi corazón se acelera para ver esa es ella.
"¿Y entonces?" Iré directo al grano.
"Ella aceptó." Manami dice. "Pero Ferit, ¿estás seguro de que no quieres que ella sepa que eres socio en el restaurante?" Quiere saber.
