La simpatía se te daba como anillo al dedo, cuestione tu cinismo como un lienzo lírico, me atraía la reciprocidad de tu pensar, pues sonabas igual a una alma tallada en hielo frio, mientras te derretías de bajo creando limites, y te mentías a ti mismo, de tu voz salían alabanzas y no las podías escuchar, de codicia se lleno tu mente, y de mentira tus labios, perdiste a tu amada, y la batalla os dejo solo derrota, se quedo tu corazón en el pasado y con el llorar de los años ahora el tiempo te derrite, sin poder ver mas que el lloro de tus seres amados.